CAPITULO 23
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EL PAQUETE SORPRESA
Al día siguiente, Chandler amanece con una fuerte lluvia y espesa neblina.
En el
despacho de Columbio, Milun observa las gotas de lluvia golpeando el vidrio de
la ventana.
“Papier
sabía muy bien que lo mío con Alysse quedó inconcluso. Jamás debió acercarse a
ella.”
Columbio
niega con la cabeza.
“No sé ni qué pensar. Y a quien darle la
razón.”
Milun aprieta el puño.
“¿Qué estás diciendo?”
“Papier no forzó a Alysse a nada. Será mejor
que lo aclares con ella.”
Milun golpea el escritorio.
“No perderé mi tiempo. Es más, jamás volveré a
dirigirle la palabra.”
Columbio levanta las cejas.
En su habitación, Papier practica con su
espada.
“Como se atreva a tocarme nuevamente ese
infeliz…”
Flere se lleva las manos a la cabeza.
“Todo marchaba bien y ahora esto.” Exclama él.
“No
voy a permitir que se atraviese en mi camino. Milun no es más que un mal
perdedor.”
Flere
frunce el ceño.
“¿Y quién te manda a estar detrás de toda
doncella?”
“Lo mío entre Alysse y yo es muy diferente.”
Flere suspira.
“Y cuantas veces he escuchado eso...”
Papier
apunta a Flere con la espada.
“Si no fueras mi amigo…”
Flere lo empuja.
“Tendrás
que arreglar las cosas. A Arturo no le gustará todo esto.”
Papier baja la mirada.
En su
habitación, Alysse se reúne con Janice.
“Ya sabía yo que algo así sucedería.” Exclama
Janice.
Alysse se recoge el cabello.
“Debo hablar con Milun. No permitiré que
vuelva a agredir a Papier.”
Janice
la detiene.
“Piensa muy bien lo que tienes que decir. No
pierdas el cariño que Milun te tiene.”
Alysse baja la mirada. Papier entra.
“Lo lamento.” Dice Alysse.
Papier sonríe.
“No hay de qué preocuparse. Tan solo me costó un
ojo morado.”
Janice mueve la boca hacia un lado y sale.
Papier la mira.
“Creo que hoy no soy su favorito.”
Alysse abraza a Papier.
“No le hagas caso.” Dice ella.
Papier acaricia el rostro de Alysse.
“Solo me interesa lo que tu pienses.”
“Creen conocerte, más soy yo, quien descubre día
a día tu verdadero ser.”
“Si dudan cuanto tiempo llegaremos juntos,
entonces nos iremos lejos, hasta dejar de escucharlos.”
Alysse y Papier juntan sus labios.
Rebeca
ingresa en la habitación de Milun. Milun la mira.
“Escuchar tus burlas, es lo menos que
necesito.” Dice Milun con determinación.
“Solo vine a pedirte que no seas duro con
Alysse.”
Milun la mira sorprendida.
“¿Desde cuándo tan considerada hacia ella?”
Rebeca
eleva las cejas.
“Por lo que he visto Alysse es una muchacha
muy voluble. Quizás hasta es incapaz de medir las consecuencias de sus
acciones.”
“Déjame solo.”
Rebeca
asiente.
“Cuando digo eso, en verdad necesito el abrazo
de alguien.”
Rebeca sale. Milun eleva la mirada.
Casey
toma el desayuno en su habitación. Entra
Alysse.
“Como en los viejos tiempos.” Dice él.
Alysse toma una taza y arroja su contenido en
el rostro de Casey. Casey sonríe.
“Y pensar que te consideré como amigo.”
Exclama Alysse.
“Si te refieres a mi conversación con Milun,
en realidad lo hice por tu bien.”
Alysse
niega con la cabeza.
“Que cínico que eres.”
“Ya ves, como te ahorré todo el trabajo de dar
explicaciones.”
“Quiero que ahora en adelante te mantengas al
margen.” Dice Alysse con determinación.”
“Pareces
una mariposa hambrienta, yendo de flor en flor. Primero con mis hermanos
Miccael y Gian, luego Milun, y claro ahora Papier.”
Alysse
sonríe.
“Finalmente muestras tu verdadera cara. No me
equivoqué al negarte una oportunidad.”
“La pérdida es tuya.”
“No se pierde nada, en donde no hay que
ganar.”
Alysse se retira. Furioso, Casey arroja la
bandeja con su desayuno.
“Haré
que te tragues tus palabras.” Grita él.
Rebeca
se detiene en la puerta.
“¿Todo bien, Don Casey?”
“No es más que una atrevida.”
Rebeca entra y arroja un paño sobre los
alimentos caídos.
“Finalmente te das cuenta de lo que Alysse
puede ser capaz.”
Casey la mira, lleno de rabia.
“Eso demuestra que todas las criadas son
iguales.”
“No me compare.”
“Hasta mi mujer piensa que soy inútil. Todo
gracias a ti.”
Rebeca mira directo a los ojos de Casey.
“Al menos alguien valora mis acciones.”
Casey la toma en sus brazos y ambos caen al
piso.”
“Te
enseñaré a respetar.”
Rebeca
intenta liberarse. Casey besa los labios de Rebeca y acaricia sus caderas.
“Sé
que te gusta.” Dice él.
Rebeca cierra los ojos.
“Detente papá, detente.” Suplica ella.
Casey la mira lleno de sorpresa. Rebeca se
levanta y sale con prisa.
En una
de las plazas de Chandler, un grupo de aldeanos se aglomeran frente a uno de
los manifestantes.
“Nos
ignoran, se ríen. Es tiempo de invertir la moneda.” Se escucha.
Milun,
envuelto en una capa, se acerca a un aldeano.
“Tiene razón. ¿Es este el cabecilla?”
El aldeano asiente. Milun se abre paso entre
la multitud y observa que Brett es el dirigente. Aparentemente, una gran
sorpresa para Milun.
En su
habitación, con un paño, Rebeca seca las lágrimas de su rostro. Alysse entra.
“Seguro
ya lo sabes.”
“¿Lo tuyo con Papier?”
“Quiero hacer todo bien.”
Alysse se acerca a Rebeca.
“Necesito conocer tu opinión.”
Rebeca aprieta el paño.
“Papier nunca significó nada para mí.”
Alysse luce sorprendida.
“Es por eso que decidí alejarlo.” Agrega Rebeca.
Alysse asiente.
“No lo sabía.”
Rebeca toma la mano de Alysse
“Eres tú la indicada para él. Una mujer capaz de hacer
feliz a cualquiera.”
“Gracias, yo…”
Alysse la abraza.
“Necesitaba
escucharlo de alguien.”
“Si tan solo
tuviera un poquito de esa carisma que tú posees.”
Alysse la mira
directo a los ojos.
“Posees un buen corazón.
Ya llegará alguien que lo descubra.”
Rebeca sonríe.
En la cima de una
colina se encuentra una finca de apariencia abandonada. Milun se acerca a la
puerta de la entrada principal e ingresa. Sentado sobre un sofá de paja, un anciano
con las piernas vendadas, lo observa lleno de sorpresa.
“¡Milun!...pensé
que estabas…”
“¿Muerto?”
Milun observa la desordenada habitación.
“Creo que se me hado la oportunidad de vivir y así
poder presenciar la paupérrima condición de este lugar.”
El anciano
intenta ponerse de pie.
“No tienes que decírmelo. Como veras el dolor y la
soledad me embriagan.”
Milun
señala con la mano que se detenga.
“Al parecer vuestro hijo logró lo que siempre quiso.”
El anciano niega con la cabeza.
“Aún no lo comprendo. De la noche a la mañana
decidió actuar por cuenta propia y empezó a vender todo…”
“…Hasta dejar
a su propio padre en la miseria.”
El anciano se cubre la cara.
“Debí darme cuenta de su mezquina intención al
presionarme y así enviarte al ejército.”
“En ese
caso es a él quien debo agradecer por sacarme de este lugar.”
“Sé que es tarde pero tú debiste ser el indicado en
mantener esta finca.”
Milun
ensancha los ojos.
“Pero si hasta ahora recuerdo ese día. Milun, el
combate es lo tuyo...”
Lágrimas corren por el rostro del anciano.
“¡Perdóname...!”
“Asignaré que se cuide de ti. De esa manera
retribuiré lo ayuda que me brindaste.”
El anciano
toma la mano de Milun.
“No soy yo
quien necesita ayuda. Debes hacer algo por él. Te lo imploro.”
“No es problema
mío.” Responde Milun con determinación.
“Le lavaron la cabeza. Solo está en su mente
sublevarse en contra de la autoridad del Rey.”
“Y yo estaré del otro lado, asegurándome que
fracase.”
“Hijo, veo en ti tanto rencor…” Exclama el anciano.
“No deberás llamarme así. Brett es vuestro único
hijo.”
Milun sale.
En sus recámaras,
la Reina Beatriz se reúne con Papier.
“Lo siento, Su Majestad. Debido al mal tiempo la ópera ha
decidido cancelar sus presentaciones.” Dice Papier.
“Qué lástima.
Anhelaba disfrutar de ella.” Responde la Reina.
Alysse entra. Papier la mira.
“Dígame, su Majestad.”
La Reina mira a Alysse con sorpresa. Papier aclara su
garganta.
“Fui yo, quien solicitó la presencia de Alysse, Su
Majestad.”
La Reina asiente.
“Ante usted, solicito se me otorgue el permiso para
cortejar a Alysse.”
La Reina y Alysse
se miran sorprendidas.
Milun
camina por el pasillo y se encuentra con Columbio.
“¿Averiguaste algo?”
Milun asiente.
“Tengo el nombre de uno de los cabecillas. Brett.”
“Haré que se le arreste de inmediato.”
“Espera…” Milun se acerca a Columbio. “Yo me
haré cargo.”
Fuera
de las recámaras de la Reina, Alysse y Papier se abrazan.
“¿Pero cómo te atreviste?” Exclama ella.
Papier besa sus labios.
“Hay que celebrar. Contamos con la bendición
de la Reina.”
Alysse cruza los brazos.
“Me parece todo apresurado…”
Papier acaricia su cabeza.
“Es
que no te das cuenta que a tu lado puedo expresar mis sentimientos sin algún
reproche.”
Alysse
asiente.
“Vamos,
salgamos de aquí.” Dice Papier.
“Necesito ver a Janice. Quiero que lo sepa de
mi boca.”
“Janice…Janice…”
En el
pasillo, Casey se acerca a Rebeca.
“No temas. He venido a disculparme.”
Rebeca permanece en silencio con la cabeza
gacha.
“Me dejé llevar por la ira. Actué sin
conocimiento.” Agrega Casey.
Rebeca asiente.
“Si existiera la manera de ayudarte…”
“¡No la hay!” Grita Rebeca.
“Yo…solo…”
Rebeca toca el pecho de Casey.
“¿Pero le gustó verdad?” Rebeca lo mira
directo a los ojos. “¿Me lo negará?”
Casey retrocede.
“Lo
conozco muy bien.” Agrega ella.
En el
jardín, Alysse busca a Janice pero se encuentra con Milun. Milun se da vuelta.
“Espera…”
Dice ella.
Milun la mira directo a los ojos.
“Tú y yo no tenemos nada de que conversar.”
“Sé que debiste escucharlo de mí. Jamás
creería que Casey llegaría a tanto.”
Milun
asiente.
“Finalmente aceptas las consecuencias de
ignorar mis consejos.”
“No es como tú dices.”
“Sin embargo no aprendiste nada de la
lección.”
Alysse frunce el ceño.
“Si te refieres a Papier…”
“¿Y por qué no? ¿Por qué no decirte que estas
cayendo en un abismo tan profundo?”
“Toma
tiempo conocer a alguien. Incluye las veces que uno tenga que caerse.”
Milun
sonríe.
“Te recuerdo
que eso lo aprendí a tu lado.” Agrega Alysse.
Milun se acerca.
“Tienes la cabeza llena de hermosas palabras.
Eso impide que veas la realidad.”
“Esta realidad me hace sentir llena. Al saber
que alguien cree en mis palabras.
Milun niega con la cabeza.
“Lamentablemente no vivimos de palabras. Y sus
acciones…no tardarán…”
Alysse
asiente.
“No me esperaba otra cosa de tu parte.”
“Solo espero que cuando suceda no te haga
falta un pecho en donde apoyar la cabeza.”
Milun
se marcha. Alysse baja la mirada.
En la sala de esgrima, Flere y Papier practican.
“Te saliste con la tuya.” Observa Flere.
“Alysse
es más que perfecta.” Suspira Papier.
Un criado ingresa y se acerca a Papier.
“Visita, Señor.”
Papier se encoge de hombros.
En el vestíbulo, una muchacha de cabello
recogido y vestido holgado camina en círculo observando los adornos del Palacio.
Papier luce sorprendido al verla.
“Carmen,
¿Qué haces aquí?”
Carmen va hacia él.
“Ignoraste
mis cartas.” Dice ella.
Papier
la toma del brazo.
“No hay nada de qué hablar.”
Carmen lo empuja.
“Sí que lo hay.”
Carmen descubre su abultado vientre. Papier se
paraliza.