La CAC. está de fiesta.
Nuestra Cooperativa con sus 50 años a cuestas… es testigo del
calibre temperamental de sus socios.
¿La
ayudamos a ser grande con el granito de arena de nuestras responsabilidades en afán
de servicio a su debido tiempo? También
cabe la alternativa o ¿fuimos lastre para no hacerla crecer orgánicamente?
Para los primeros, sólo queda el recuerdo. Para los segundos, también el
recuerdo pero registrados en los Anales
de la historia de la Cooperativa a mi propio entender.
¡El recuerdo!
Me sirvo de él para gozar o para añorar, para distraerme, para apoyar
mis ambiciones; me sirvo de él para sostener mis esperanzas o para mantener mis
desconfianzas.
¿Puedo contar mis bienandanzas dentro de ella?
Pues, soy el socio número 3139, inscrito
a pocos años de su fundación y haber
participado en la conformación del Comité Electoral (3 años), y antes, 3 también, como simple delegado, brindándome
tiempo y espacio no sólo para observar sino ser objeto de tal o cual
distracción, superando los obstáculos, los de mi propio tiempo, que causan
alegría por saber que no existieron en parte alguna palos arrojados a través de
la ruta, ni puentes destruidos, ni baches traicioneros, sino sólo resistencias
encauzadoras, como las resistencias de las orillas para el agua del río, como
la lucha de las dos manos que se lavan frotándose entre sí. Todo nos deja una
gran lección para la vida. Todo es utilizable y provechoso. Todo nos pertenece.
Llegué a la Cooperativa en su tercer espacio, como “directivo”,
ocasionando la renuncia del Presidente del Consejo de Administración de
entonces en su fase final para cumplir lo estatuido: “No puede haber parientes
en Órganos directivos…”
Para el tercer año de Elecciones Generales asistí previamente a un curso de capacitación
organizado por la FENACREP en Lima con viáticos y anuencia de los directivos,
trayendo como novedad, la inscripción personal de los candidatos a delegados,
como alternativa a las Listas o Mesas. Para lograr este cometido tenía que
trabajarse decididamente, sí o sí, como se dice y al interior del recinto surgen
las cóleras y los celos, señal de vitalidad en gran parte ya con el personal
trabajador ya con los directivos. Recuerdo que hasta doña Jovita fue “quejada” por no alcanzar a tiempo la
lista de los sufragantes hábiles. No se libraron la gerente y secretaria porque
me hicieron pelear infundadamente con un directivo. Pasado este espacio todo
regresó a su calma. Conservamos el buen trato y aún el reconocimiento hasta la
fecha.
Si he dicho para sostener mis esperanzas o mantener mis desconfianzas
debo decir sus razones: Los componentes de la Cooperativa son los socios y los
trabajadores, los dos grandes espacios o expansiones notablemente diferenciadas.
Los socios también se desarrollan en sus propios espacios: Simples socios,
Delegados y Directivos. Hay que señalar que aunque se hayan promocionado al
espacio inmediato no dejan de conllevar sus taras en la real identidad. Quiero
decir, que siendo profesionales / no
responden a un trato humano o diálogo alturado; no dan lugar a practicar la
“cordialidad” civilizada. Recuerdo a un abogado que me trató como cliente de su
adversario: “Que renuncie al cargo de Presidente, dijo [siendo la última
Asamblea], y sobre todo que el cargo era y es irrenunciable. O sea, ni siquiera
había leído el Reglamento. Y ¿el por qué? Porque se le cerró las puertas para
postular a él y a otros que se sentían tachados de antemano, cuando se trataba
de declarar un impedimento para lograr una elección transparente…
Me gusta imaginar a nuestros socios eclosionando a semejanza de las
tortuguitas marinas. Unos llegarán más crecidos y otros menos. Se sumergirán en
la Inmensidad del mar (Cooperativa) y encontrarán por fin su destino. Así,
muchos quieren ser Delegados, ¡cómo sea! Los delegados aspiran a ser directivos
preferentemente en los 2 Consejos existentes y sentirse felices por haber
encontrado por fin su destino al que no quieren abandonar de buena gana.
Este cuadro es la raíz de la Memoria y es una explicitud de lo que se
quiere conseguir en bien de la Cooperativa.
La Memoria del Comité Electoral, en la Memoria Anual de 1997 (Archivo de
la Cooperativa) tuvo que ser escrita con tinta más negra por sentido común
para lograr los frutos más salubres.
SEÑORES DELEGADOS:
Esta parte de la MEMORIA ANUAL, la del Comité Electoral, que se presenta
a todos los socios y comunidad en general, es un informe sobre las actividades
desarrolladas, sin omitir los logros alcanzados ni las limitaciones que
conlleva todo trabajo humano, mucho más si se tiene en cuenta el contexto en el
que se desenvuelve el proceso electoral y que precisa señalarlo.
I. El contexto social.
Es un hecho. La Cooperativa misma está inmersa en la corriente de
solucionar los problemas más inmediatos de sus socios sin conservar el orden
jerárquico establecido y pretendido. Si tuviera presente este orden de
prioridades, surgiera la problemática de ésta: ¿La Cooperativa está preparada
para responder a los problemas más urgentes de sus socios? Concretamente:
Promociona a sus socios mediante una responsable y activa participación en los
Cargos de la Cooperativa?
Se trata, en primer lugar, de transformar
situaciones intolerables: “Soy cooperativista porque así recibiré o
recibirán una ayuda por sepelio, bien publicitado en Caja. Por S/ 10.00
recibirás S/ 2,500.00
Se trata, en segundo lugar, de liberar
al socio de ciertas esclavitudes impuestas por la comodidad. Empresa
inmensa y audaz que tiene como objetivo: la elevación del nivel de vida y la
organización del tiempo libre para participar.
Se trata, en definitiva, de hacer que el socio llegue a ser mejor, que crezca, acreciente su
capacidad de comprensión y de servicio.
Si no, no se explican 7 renuncias y 25 suspensiones a nivel de delegados
y directivos, cambios gerenciales, que al mismo tiempo indica el lastre en el
accionar de la institución y cambios de estrategias, que en definitiva, bajan
la imagen de la empresa.
A esto pueden sumarse las acciones dolosas de ciertos trabajadores que
merman el capital de los socios, creando desconfianza en la mayoría de ellos.
Y ¿Qué decir de la Asamblea, a la cual pertenecemos delegados y
directivos, la máxima autoridad, que demuestra ser omnímoda y poderosa, sobre
todo para sancionar?
¿Cómo no recordar cuando se trató de corregir, de acuerdo a Ley, el
tiempo de mandato de un Directivo, alguien pidió sanción para el Presidente del
Comité Electoral, por ser el único responsable, y algunos asambleístas,
aplaudieron el pedido?
¿Es que hay masoquistas en su seno o siguen ciegamente las consignas de
alguien? Consta en Acta la afirmación de una delegada, reconociendo, “que todos somos culpables: El presidente del
Comité Electoral, Delegado que aceptó y Asambleístas que votaron por él”; sano
juicio que impulsa a pisadas más seguras ante nuevas oportunidades. Y todos
olvidaron la sanción, por la adecuación de la primera medida concordante con la
opinión de la FENACREP, ratificando que los fallos del Comité son inapelables y
que motivó a la Asamblea, a rectificarse, salvando la renovación del tercio
requerido. El error se rectifica, no se ratifica.
Aclaración: El delegado elegido como Presidente del Consejo
de Administración quería presidir 3 años, correspondiéndole sólo dos, puesto
que uno ya lo había ejercido como delegado. Caso contrario, serían 4. (criterio
írrito)
Aquí vale aplicarnos la historia de cinco personas dentro de un grupo,
de autor anónimo, en su parte conclusiva llamadas: “TODOS”, “ALGUIEN”,
“CUALQUIERA”, “NADIE” y “HAY QUE”.
ALGUIEN tiene que organizar a TODOS para que CUALQUIERA, conozca sus
responsabilidades y NADIE obstaculice el
buen funcionamiento y así excluir a HAY QUE que opina en TODO y no participa en
nada.
Esta historia nos lleva pues a la siguiente reflexión sobre la
“presencia” y no el “recuerdo” de la Asamblea.
Una Asamblea es incapaz de mandar.
Una Asamblea, excelente para vigilar, siempre es impropia para
funcionar.
Un grupo no puede mandar nada.
Sin un Jefe, el que preside la Asamblea, que ordene y coordine, el grupo
humano se agota en esfuerzos yuxtapuestos, que se neutralizan y terminan
siempre en un fracaso, tanto más falaz cuanto mayor era la voluntad de cada
uno. Son vulgares los dichos: “Casa de Zambrano, todos mandan menos el amo” y
“Casa de Astrearena, todos mandan y nadie gobierna”.
En este clima se inicia el proceso electoral, 1 de diciembre (97),
notándose indolencia para inscribirse como candidatos, temor ante el cambio, el
cual es connatural, pero que les deja en una actitud de apatía; después de 45
días de espera, con 4 inscritos, se toma la medida de postergar la fecha de
elecciones, 8 de marzo, solicitando la aprobación de la Asamblea a celebrarse
el 25 de enero (98). Se consigue además que la inscripción se haga por listas a
fin de salvar el impase presentado, siendo aún un resabio de lo tradicional y
folclórico.
Parte de este clima también puede ser la idiosincrasia del civil:
“actuar a última hora”. Pero en materia electoral no debe haber improvisación;
a ésta se le combate con la previsión, que es señal sin duda de acción.
II. Desarrollo interno:
Sesión para elaborar y aprobar el Presupuesto Electoral
B. Recurso necesario: Computador: $ 2,000.00
Por Carta Nº 447-G fue denegado el Computador.
Respecto al Computador, se acompañó la sustentación técnica del Jefe del
Departamento de Informática por la que recomendaba convenientemente su
adquisición.
Es interesante conocer el informe del Ing. Becerra, el cual no ha sido
refutado, y debe tenerse en cuenta para retomarse el pedido con más precisión.
Informe Nº 81-97.
III. Desarrollo externo
(No viene al caso) Elecciones.
IV Sugerencias:
Si la Cooperativa tiene por meta establecer una adecuada planificación
conjunta, siguiendo sus etapas y de acuerdo a criterios de planificación, vale
incidir en este compromiso que se refleje en las diversas áreas:
Remarcar más en las obligaciones y
compromisos de los socios que en los derechos o beneficios; éstos se
obtienen por los primeros y es señal de servicio y comprensión de parte del
socio. Si hago un préstamo, estoy sirviendo a otro y al mismo tiempo o después
me estoy sirviendo. La Cooperativa crece económicamente por los préstamos que
otorga.
Crear conciencia de que todos
somos (la) Cooperativa solidarios en sus compromisos morales (sociales), la
celebración de su aniversario por ejemplo, donde sus Directivos venden la
imagen de unión y confraternidad, portando las banderolas el día señalado para
el izamiento en el acto cívico establecido. Sin este gesto, demás está
programar charlas de cooperativismo.
(El que fuera presidente del Consejo de Administración, sintiéndose agredido por el
recuerdo machacado de su ejercicio sólo por dos años / no asistió a la
Juramentación de los nuevos delegados, al izamiento y banquete de
confraternidad).
Crear conciencia, de que cada Comité o Consejo tiene su rol o propia responsabilidad; por lo
tanto, mal papel juega, contra la Ley, el Consejo de Administración, conociendo
el cierre del plazo de exoneraciones, tranquilamente exonera a un Delegado con
el simple fundamento de que dicho delegado es “buena gente”. El Consejo de
Administración está obligado a cumplir y hacer cumplir lo instituido. Art. 31
del Estatuto.
Darle Carta de
ciudadanía al Comité Electoral para que se valga por
sí mismo, brindándole la implementación necesaria para que éste no eche la
culpa a otros cuando lo contrario es más común. Para esto, se pide, que se
analice el contenido del Informe del Jefe de Informática, trabajador de la
Cooperativa, para confirmar lo antes dicho, la necesidad de un computador.
Tener presente el contexto (I) y nadar contracorriente para crecer en
comprensión y servicio vertientes del cooperativismo.
El único letrero que me recuerda que soy cooperativista es el que dice:
“Ahorra con regularidad. Presta con prudencia y paga puntualmente”. Ojalá
aparezcan otros semejantes.
AGRADECIMIENTO
El Comité Electoral es consciente de la participación de muchas personas
que con sus decisiones han logrado poner en práctica los operativos de las
elecciones generales de este año.
¡Gracias! a la Asamblea General, que
coherentemente decidió el cambio de fecha para el proceso.
¡Gracias! al Consejo de
Administración que propició el cambio de fecha incluyendo en su agenda, además,
la reconsideración del Art. 4 del Reglamento Electoral, mociones que se
presentaron a la Asamblea Extraordinaria, con buenos resultados.
Asimismo a la Sra. Gerente Esther
Ruiz de Angulo, quien en su función de enlace ha puesto su dedicación para ordenar
la ejecución del planeamiento del Comité. En materia electoral aparece el colmo
de funciones: la Gerente está a la orden del Comité Electoral; y en esta
situación puede aparecer la lentitud y esto por el modo de solicitarlo.
Lo mismo al señor Felipe Zanoni
porque enriqueció nuestro Reglamento pidiendo la reconsideración del Art. 18,
en la parte final, agregando “directivos” que lo tenía a flor de labios.
Finalmente, gracias, al Sr. Tomás
Urquiaga, encargado de la propaganda radial y otros menesteres y muy extensivo
a los miembros del Comité, conjuntamente con la secretaria Lily Castro que
cumplieron su labor de guías
interpretando su propio Reglamento con
la única satisfacción de estrenarlo este año.
Esta historia la he contado no para jactarme / que no puede interesar a
nadie. La he contado con la esperanza de renovar el valor y la confianza de
entonces en el camino de mis bienandanzas.
***
Después de 17 años [junio-14], curso una comunicación al Jefe de Unidad
de Educación, que contiene dos propósitos inmediatos: el saludo y felicitación por los logros
alcanzados, a la fecha, por la
imposición de la ciencia y la técnica acorde
a los tiempos de nuestra era, es decir, científicamente
acondicionados, y la recepción de unos libros en calidad de
donación, cuyo tenor es el siguiente:
El Bosque, 30 de junio del 2014
Señor Jefe de Unidad de Educación de
la CAC., Tomás Urquiaga López.
En el buen ambiente preparatorio de
la celebración de las “Bodas de Oro”, los 50 años de vida institucional de la
Cooperativa León XIII, galardón de servicio con cercanía y empatía a los asociados, me
permito expresar mi saludo y felicitación a los Directivos y Trabajadores que
han logrado la modernidad de la institución dentro de un proceso de cambio,
manteniendo las líneas directrices que le dieron forma desde su fundación, el
ideal preconizado por su principal fundador, el de “abrir caminos para seguir
el camino adecuado”. Me estoy refiriendo expresamente a Wenceslao Calderón de
la Cruz, de quien conservo sus principales trabajos en Libros [2 ediciones],
que reflejan un valor corporativo y cultural, que me han hecho decidir en
definitiva: obsequiarlos con preferencia a los Socios Fundadores o familia de
éstos y Trabajadores de la Cooperativa en señal de recuerdo y gratitud por
haberlo acompañado en semejante anhelo que por entonces era una utopía.
Señor Jefe Unidad:
Por la presente, hago a usted partícipe de este propósito considerando
la grata aceptación [donación] de 200 libros para ser distribuidos por su
mediación. Los nombres son: Predicación según el Deuteronomio y “In memoriam”,
que muy bien pueden repartirse emparejados [2 por persona], salvo mejor
parecer.
Sin otro particular me despido, atentamente:
Alejandro Pereda.