jueves, 1 de febrero de 2018

CANTO DEL DESENGAÑO / Octavio PEREZ - BEATO



Hoy no puedo aceptar que ya no estés,
si tu presencia llenaba todo mi espacio;
siempre tú estabas y hoy no es.

No puedo aceptar crueldad de la vida,
aceptando estaría perdiendo mi fe,
como un caminante que ve una aurora…
y luego negarla, olvidarla después.

No puedo aceptar que todo se fue,
ni el en presente ni en el futuro
te puedo ver;
de nuevo pregunto…
¿Cómo sostengo mi propia fe?

¿Qué es la vida? ¿Qué nos explica?
Respuestas vanas sin un porqué;
la propia vida también lo indica,
lo que se ha ido no ha de volver.

Por tanto sufres y nunca llegas
a comprender como así fue;
sólo el amor que vive dentro
es lo que entregas…
no hay un porqué.

En octubre regresan aquellos momentos
de joven recuerdo, amor…, juventud,
que hoy llegan confusos a través del tiempo
cual llega una nube bajo el sol.

Recuerdo momentos, recuerdos sonidos,
que en la breve distancia el tiempo guardó,
para devolverlos hoy en mi camino
cual abren las flores en luz de arrebol.

Recuerdo sonrisas desde aquellas tardes
cuando no imaginaba del tiempo el dolor,
cuando esas sonrisas y brillantes miradas
hacían de la vida un bello fulgor.

Es harto difícil pensar que se han ido,
aceptar por siempre que sólo existió
en ese pasado de sol y alegría,
sin pensar que el invierno su frío entregó.

A todos nos llegan momentos dichosos
y sin darnos cuenta el tiempo rodó,
entonces nos queda tan sólo el recuerdo
de lo que imaginamos, eterna ilusión.




Octavio Pérez-Beato

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