En las recámaras de la Reina, Milun se
encuentra arrodillado al frente de la Reina. La Reina Beatriz pide disculpas a
Milun por no revelar su verdadera identidad cuando se conocieron. Milun se
levanta y dice a la Reina que él es quien debe disculparse por no haberla
tratado como se merece. La Reina dice que ella estará muy agradecida con él por
salvarla de esos hombres malvados. Milun dice que una taberna no es un lugar
apropiado para una mujer, especialmente para una reina. La Reina dice a Milun
que el Amo Columbio tiene mucha suerte de contar con su servicio como guardia
privado. Milun dice que siendo un soldado, se halla comprometido con el
bienestar del reino. La Reina pregunta a Milun que si las monedas que recibió
le ayudaron. Milun la mira confundido.
Afuera de las recámaras de la Reina, Alysse
continúa preocupada por la reacción de la Reina al saber que ella nunca entregó
las monedas a Milun. De repente, la Señorita Pía se acerca y está a punto de
ingresar en las recámaras. Alysse toma el brazo de la Señorita Pía y le informa
que la Reina está descansando y desea no ser interrumpida. La Señorita Pía
asiente con la cabeza. La Señorita Pía pregunta a Alysse si ya conoció al arrogante guardia del Amo
Columbio. Alysse dice que Columbio vino con él antes. La Señorita Pía dice que
el tal Milun es un hombre muy grosero. Alysse pretende sonreír.
En las recámaras, la Reina y Milun oyen voces
resonando desde el exterior.
“Creo que hay alguien más en la entrada”,
dice preocupada la Reina.
“Será mejor que me marche”. Se arrodilla
Milun.
“Su Majestad, le suplico no mencionar a
nadie de nuestro encuentro en la taberna”.
“No te preocupes, será nuestro secreto”. La
Reina sonríe.
Milun mira detenidamente a la Reina,
deslumbrado por su belleza.
En su Despacho, Columbio bebe una copa de
vino. Columbio se siente disgustado por la inesperada salida del Rey con el
Duque.
Uno de sus recuerdos es el de su propia
infancia: él corre jugando con otros niños. Su madre, en el patio de la casa le
grita enfadada. Cuando termina de beber dice que echa de menos a Janice. Milun
ingresa y dice a Columbio que acaba de hacer el ridículo delante de la Reina.
Columbio lo mira confundido. Milun le dice que acaba de descubrir que la mujer
que rescató es la Reina de Frezzia.
En las recámaras de la Reina, Alysse se da
cuenta que la Reina no está enojada con ella. La Reina dice a Alysse que ahora
ella se siente más protegida con la presencia de Milun en el Palacio. Alysse
sonríe. La Reina dice que Milun le pidió que no dijeran a nadie que él fue
quien les ayudó en la taberna. Alysse asiente con la cabeza.
Columbio se ríe y dice a Milun que él
pensaba que ya lo sabía. Milun dice que fue una situación muy incómoda. Milun
comenta que es muy obvio que la noche en que fueron atacados, los hombres
encapuchados sabían que la Reina estaba entre ellos. Columbio asiente con la
cabeza.
Al día siguiente, en el comedor, la Reina
Beatriz y sus cortesanos se sientan alrededor de una larga mesa. A lo largo de
la mesa los sirvientes colocan suculentos platos. La Reina observa el asiento
del Rey vacío y la preocupación se refleja en su semblante. Columbio la observa
como si compartiera su incomodidad por la ausencia del Rey. El Monseñor lleva a
la boca un pedazo de pan.
“Al parecer hoy no se llevará a cabo nuestra
reunión con la Corte. Aprovecharé esta oportunidad para meditar en la capilla
del Palacio”.
La Reina asiente con la cabeza. Britta
sostiene la mano de la Reina.
“Sé exactamente cómo se siente”, dice
Britta.
A la Reina le invade una sensación creciente
de tristeza.
En uno de los pasillos, Alysse lleva una
bandeja y Milun se le acerca.
“ Qué hiciste con las monedas que la Reina
me envió?”
La pregunta parece sorprender a Alysse.
En las recámaras de la Reina, Columbio se
reúne con la Reina. La Reina dice a Columbio que ella celebra la sabia decisión
de contratar a Milun como su guardia privado. Columbio agradece a la Reina por
su apoyo. La Reina dice que Milun es un soldado muy diestro y ella no revelará
a nadie que él fue quien los salvó. Columbio se arrodilla ante ella.
“Me enorgullezco de poder servirle, Su
Majestad”.
La Reina sonríe.
El Rey Aidan, el Duque y el Capitán Jasper
regresan al Palacio. El Capitán Daugherty saluda al Rey. El Rey comunica que se
encuentra muy exhausto. Daugherty le informa que la reunión con la Corte ha
sido cancelada. El Rey sonríe y pregunta por la Reina Beatriz. Daugherty le
dice que la Reina se encuentra en sus recámaras.
Alysse dice a Milun que la noche que ella
acudió a la taberna en su búsqueda, la Reina pidió entregarle una bolsa de
monedas, pero como no logró verlo, ella entregó el dinero a su tía que está muy
enferma. Milun sonríe y pide a Alysse que no se preocupe, ya que él no
necesitaba ningún dinero. Alysse dice que ella mintió a la Reina que entregó
las monedas a él. Milun dice que él agradecerá a la Reina por las monedas de todos
modos. Milun dice a Alysse que él la recuerda de la ceremonia en el patio
inferior. Alysse mira directamente a los ojos de Milun. La Señorita Pía sonríe
y dice a Milun que la Reina espera por ella. Alysse se marcha.
El Rey ingresa en las recámaras de la Reina
y la Reina está feliz de verlo. La Reina le dice que estuvo preocupada por él.
El Rey sonríe y le dice que tuvo que acudir a una inesperada reunión y el Duque
ofreció acompañarlo. La Reina mira profundamente los ojos del Rey y recuerda
las palabras de Britta, advirtiéndole de la infidelidad del Rey.
El Capitán Donoch llega al Palacio y abraza
a Milun.
“¡Gracias a Dios que estás a salvo!”
Milun permanece en silencio.
“Me enteré lo de tu barco y… y lo que le
sucedió a Nidia”.
Milun baja la mirada.
“Ella ahora descansa en paz”.
“Todo es una tragedia”.
“El Duque ordenó su muerte, y estoy aquí
para vengarla”.
“Corres peligro. Debe haber otra manera”.
“Esta es la única forma de detenerlo. El Amo
Columbio está de mi parte y ha prometido ayudarme”, dice Milun.
“Veo que ya lo tienes todo planeado”.
Donoch abre su cofre y entrega a Milun su
vieja espada.
“¿Pero cómo es que…? “Pensé que se perdió
como mi barco”.
“Alguien debió encontrarla y la puso en
venta. Uno de los soldados vio mi nombre en ella y la trajo a nuestro
campamento”.
“Esta espada significa mucho para mí,
ahora”, dice Milun.
“Entonces me alegra haber ayudado en algo”.
Milun y el Capitán Donoch se abrazan.
Más tarde, en el Salón de los Nobles, el
General Riot y Laura presentan a su hijo, Sebastián, ante el Rey y la Reina. La
Reina Beatriz sostiene en sus brazos a Sebastián y dice que es un niño muy
hermoso. El Rey mira emocionado a Sebastián y le hace muecas. La Reina pregunta
a Laura cómo se siente. Laura dice que ella está muy feliz de ser madre y Riot
es un orgulloso padre. El Monseñor se
acerca a la Reina y le dice que el Rey estaría muy feliz si ella le da un hijo.
La Reina baja la mirada.
En la cocina, la Señora Britta se acerca a
Miccael y le comunica que el sabor del pan ha mejorado el día de hoy. Miccael
le agradece. Britta acaricia las manos de Miccael y le dice que tiene sus manos
muy fuertes. Miccael le responde con una sonrisa traviesa.
En el Salón de los Nobles, el Monseñor
Blanco se acerca al Duque y le pregunta acerca de su noche de diversión. El
Duque se ríe y pregunta al Monseñor si acaso desea ir con ellos la próxima vez.
El Monseñor dice que no se siente atraído por los placeres terrenales. El Duque
sonríe.
Columbio se acerca al Rey y le dice que estaba
preocupado por su salida de anoche con el Duque. El Rey, con una mirada de
enojo, dice a Columbio que él no tiene por qué informarle de todas sus
actividades. Columbio se sorprende de la actitud del Rey.
La Señorita Pía alcanza un vaso de agua a la
Reina. La Reina le pregunta si sabe dónde está Alysse. La Señorita Pía sonríe y
dice que Alysse está probablemente con el guardia de Columbio, el tal Milun. La
Reina ensancha sus ojos.
En un pasillo, el Duque se acerca a Alysse y
le regala un broche de oro. Alysse le agradece. El Duque le informa que deberá
asistir nuevamente a una reunión esta noche. Alysse le dice que ella comprende.
El Duque dice a Alysse que ella se ha estado comportando muy bien con él y cree
que ya es tiempo de pasar la noche juntos. Alysse dice que debe marcharse. El
Duque la besa a la fuerza. Alysse lo mira con repugnancia y se marcha. Detrás
de una columna, Milun los observa y dice que Alysse no parece ser feliz con el
Duque.
El Rey Aidan se acerca a la Reina y le
comunica que esta noche también debe acudir a una importante reunión. La Reina
pretende sonreír y dice al Rey que es una pena que todas estas reuniones sólo
se llevan a cabo de noche. El Amo Columbio se acerca y escucha la conversación.
En la cocina, Miccael se acerca a Alysse y
le dice que estaba molesto con ella, pero si ella está enamorada del Duque, él
respetará su decisión. Alysse abraza a Miccael y llora en su pecho.
En el Despacho de Columbio, Columbio informa
a Milun que el Duque está lavando el cerebro al Rey. Milun dice que el Duque
hizo lo mismo con Nidia y con su padre, y cuando el Rey descubra su verdadera
personalidad será demasiado tarde. Columbio dice que no lo permitirá. Milun
dice a Columbio que cree que Alysse no está interesada en el Duque. Columbio le
pide que no se meta en problemas.
En las recámaras de la Reina, Alysse sirve a
la Reina una taza de té. La Reina dice a Alysse que Britta está por llegar.
Alysse afirma con la cabeza. La Reina pregunta a Alysse si ha visto a Milun.
Alysse le responde que ella no ha visto a Milun desde el día que él vino a
verla en sus recámaras. La Reina permanece sorprendida ya que la Señorita Pía
le dijo lo contrario.
En el interior del cabaret privado, el Duque
y el Rey Aidan son entretenidos por unas hermosas bailarinas. El Amo Columbio
ingresa y el Duque se sorprende al verlo. Columbio le sonríe.
En una de las Torres, Milun observa a Alysse
llorar. Milun se le acerca y le pregunta si hay algo que él pueda hacer por
ella. Alysse dice a Milun que ella está muy preocupada por su tía. Milun dice a
Alysse que ella pronto se casará con el Duque y esa es suficiente razón para
estar feliz. Alysse lo mira sorprendida.
La Reina y Britta juegan a las cartas con
los mismos jugadores del otro día. La Reina pierde nuevamente. Britta le dice
que se puede retirar si ella gusta. La Reina dice que ella quiere continuar con
el juego, y extrae de su vestido una pequeña caja que contiene los aretes de
diamantes con los que ella posó para la pintura. Britta dice a la Reina que
esos aretes tienen un alto valor. La Reina le dice que está segura que no los
perderá. Britta sonríe.
El Rey Aidan se emociona al ver a Columbio
en el cabaret. El Amo Columbio dice al Rey que él debió haberle pedido que
venga con ellos ya que a él también le encanta este lugar. El Rey se ríe. Dos
hermosas muchachas se acercan al Rey y le dicen que ha llegado el momento de
hacerle un show privado. El Rey sonríe y se marcha con ellas. El Duque pregunta
a Columbio qué es lo que él está tratando de hacer. Columbio dice que como
miembro de la Corte, él goza de los mismos derechos, y decidió pasar un buen
rato. El Duque lo mira desafiante.
Alysse dice a Milun que él no sabe nada de
ella y le pide que se marche. Milun le dice que ella no es la única que tiene
un gran peso sobre sus hombros. Milun muestra a Alysse el rosario de Nidia.
Alysse lo mira sorprendida.
En el Salón de Juegos, la Reina Beatriz
tiene una última oportunidad de ganar. Uno de los jugadores le pregunta si ella
desea mostrar sus cartas o aumentar la apuesta. La Reina escoge aumentar la
apuesta al máximo. La Reina muestra sus cartas, pero el otro jugador gana al
mostrar el As de espadas. La Reina se
cubre el rostro, preocupada, y dice a Britta que esos aretes fueron un regalo
del Rey y han pertenecido a su familia por generaciones. Britta le pide que no
se preocupe ya que el ganador es su amigo y ella se los puede comprar luego.
Britta sonríe.
Milun dice a Alysse que el rosario le
perteneció a su amada, Nidia, quien hace poco falleció. Alysse dice a Milun que
ella lamenta su pérdida. Milun dice que la muerte de Nidia debe ser un ejemplo
para todas las mujeres que están comprometidas con alguien sin amor. Alysse se
sorprende al escuchar a Milun. Milun le dice que él sabe lo que el Duque es
capaz de hacer. La Señorita Pía se acerca y ordena a Alysse que vaya a su
habitación. Alysse se marcha. La Señorita Pía dice a Milun que el Amo Columbio
podría necesitar de él. Milun la mira con rabia.
DE MI ÁLBUM
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