viernes, 17 de junio de 2016

EL BESO / ANÓNIMO. GABRIELA MISTRAL y AMADO NERVO

EL BESO

¿Qué es el beso? –Pregunta el mundo.
¿Qué es el beso? –Preguntan todos; y yo respondo.
El beso para mí es como unión de labios
que olvidando los agravios, la maldad y la traición,
arrancan del corazón con fuerza avasalladora todo el amor que atesora.
Y si el amor es ciego, deja su marca de fuego en la mujer que se adora.
Besa el bueno, besa el malo; besa el rico, besa el pobre,
besa el niño y hasta el viejo besa.
Y hay quien besa por sorpresa para verter su veneno.
Besa de coraje lleno en la cruz de su pasión;
y el malévolo compadrón que vive entre celo y duda,
lo mismo que besó Judas incubando una traición.
Besa la mujer perdida al hombre que la ha salvado;
también besa el sentenciado a cruz al perder la vida;
y si una dama al pasar un mendigo arroja una moneda,
sin el beso no se queda la moneda que arrojó.
Se da un beso a la bandera que la patria simboliza,
y este beso sintetiza la más ardiente quimera.
Yo juzgo al beso a mi manera,
y que a ninguno mal le cuadre que para mí, no hay un beso,
no hay un beso que más el alma taladre ni que cause más ardor,
que el que se da con dolor, al cadáver de una madre.


                                                                      Anónimo.

Gabriela Mistral



Hay besos que pronuncian por sí solos
 la sentencia de amor condenatoria,
 hay besos que se dan con la mirada
 hay besos que se dan con la memoria.
 Hay besos silenciosos, besos nobles
 hay besos enigmáticos, sinceros
 hay besos que se dan sólo las almas
 hay besos por prohibidos, verdaderos.
 Hay besos que calcinan y que hieren,
 hay besos que arrebatan los sentidos,
 hay besos misteriosos que han dejado
 mil sueños errantes y perdidos.
 Hay besos problemáticos que encierran
 una clave que nadie ha descifrado,
 hay besos que engendran la tragedia
 cuantas rosas en broche han deshojado.
 Hay besos perfumados, besos tibios
 que palpitan en íntimos anhelos,
 hay besos que en los labios dejan huellas
 como un campo de sol entre dos hielos.
 Hay besos que parecen azucenas
 por sublimes, ingenuos y por puros,
 hay besos traicioneros y cobardes,
 hay besos maldecidos y perjuros.
 Judas besa a Jesús y deja impresa
 en su rostro de Dios, la felonía,
 mientras la Magdalena con sus besos
 fortifica piadosa su agonía.
 Desde entonces en los besos palpita
 el amor, la traición y los dolores,
 en las bodas humanas se parecen
 a la brisa que juega con las flores.
 Hay besos que producen desvaríos
 de amorosa pasión ardiente y loca,
 tú los conoces bien esos besos míos
 inventados por mí, para tu boca.
 Besos de llama que en rastro impreso
 llevan los surcos de un amor vedado,
 besos de tempestad, salvajes besos
 que sólo nuestros labios han probado.
 ¿Te acuerdas del primero…? Indefinible;
 cubrió tu faz de cárdenos sonrojos
 y en los espasmos de emoción terrible,
 llenáronse de lágrimas tus ojos.
 ¿Te acuerdas que una tarde en loco exceso
 te vi celoso imaginando agravios,
 te suspendí en mis brazos… vibró un beso,
 y qué viste después…? Sangre en mis labios.
 Yo te enseñé a besar: los besos fríos
 son de impasible corazón de roca,
 yo te enseñé a besar con besos míos

 inventados por mí, para tu boca.


Poema El Primer Beso de Amado Nervo



Yo ya me despedía…. y palpitante
 cerca mi labio de tus labios rojos,
«Hasta mañana», susurraste;
 yo te miré a los ojos un instante
 y tú cerraste sin pensar los ojos
 y te di el primer beso: alcé la frente
 iluminado por mi dicha cierta.
 Salí a la calle alborozadamente
 mientras tu te asomabas a la puerta
 mirándome encendida y sonriente.
 Volví la cara en dulce arrobamiento,
 y sin dejarte de mirar siquiera,
 salté a un tranvía en raudo movimiento;
 y me quedé mirándote un momento
 y sonriendo con el alma entera,
 y aún más te sonreí… Y en el tranvía
 a un ansioso, sarcástico y curioso,
 que nos miró a los dos con ironía,
 le dije poniéndome dichoso:

-«Perdóneme, Señor esta alegría.»

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