sábado, 20 de abril de 2013

MENSAJE A LOS HERMANOS HURTADO-CUENCA: Carlos Manuel CALDERÓN ÁVILA

FALLECIMIENTO DE DON FERNANDO HURTADO ULLOA.
                  (30-mayo-1923 / 16-abril-2013)

Con el beneplácito de los hermanos, que han sentido cercanamente las palabras amigables de Carlos Manuel, en una perspectiva de eternidad..., por el "paso" de su padre Fernando, el 16 de abril,  publicamos íntegramente el mensaje recibido.

Miguel,
Marina,
Jesús,
Carlos,
Yolanda:
Queridos amigos!
El 16 me llegó la noticia del fallecimiento de Don Fernando, en un e-mail de Alejandro. Según datos del e-mail, hoy jueves será el sepelio. Aquí les hago presente mi sentido pésame y mi solidaridad. La muerte tiene dos facetas: el adiós, aparentemente definitivo, pero en realidad sólo temporal, y el encuentro definitivo con el Dios de la vida. La muerte en realidad es vida, según el mensaje de la Fe, porque el morir es resucitar con Cristo. Esta fe es el fundamento de la historia personal de Don Fernando. Él ha vivido esta fe que es el constante contacto con lo divino porque sólo así se puede explicar la aceptación de sus vivencias a través de su vida, los años de postración debido a su enfermedad que se interpuso en su vida como un callejón sin salida, su dependencia de los demás, la despedida de su esposa, y las preocupaciones de sus seres queridos. Hacen algunos meses que hablé por teléfono y me preguntó: "¿padrecito, cuándo viene para que bautice a mi cholito?". 
Don Fernando ha sido una persona con energía, con carácter inquebrantable, con dignidad, lealtad y severo, pero justo, con una enorme dosis de humor y con una necesidad vital de compañía y de sociabilidad... Anja Reuter lo recuerda siempre con sus canciones y poesías que la dedicaba a las cuales anteponía a la "gringuita". Él ha sido una persona que ha comprendido la vida con sus durezas y obligaciones, pero también con sus bellezas y sus alegrías. La presencia de ustedes, sus hijos, ha sido para él como elixir para sobrellevar los avatares de su vida. Mariíta (María Fernanda Paredes Paz) ha tenido en la vida de Don Fernando el rol de una Verónica del evangelio y tal vez el de un Simón de Cirene durante su largo Vía Crucis. De esto doy testimonio.
La imagen de Don Fernando proyecta en mí  la imagen del Salmo 1: "Dichoso el hombre... que se recrea en cumplir la ley de Dios y murmura su oración día y noche... Es como el árbol plantado junto al río que da su fruto a tiempo y tiene su follaje siempre verde, porque todo lo que hace prospera" (Salmo 1, 1 y 3). Él ha sido el hombre correcto puesto en el lugar apropiado: "plantado junto al río". Allí, en Cajabamba, en El Porvenir, y últimamente en Trujillo, ha encontrado lo que él ha necesitado, como el árbol aglomera su savia, estimula sus flores, y deja madurar sus frutos, Don Fernando ha construido y conservado con su trabajo lo que su familia ha necesitado. De esto estoy seguro, que ustedes están agradecidos.
El árbol frondoso y sano ofrece en sus ramas lugar para una vida alegre y con buen humor, ahí los pajaritos hacen sus nidos y se sienten en su propia casa y elevan sus cantos. En un árbol frondoso reina la vida, por eso se proyecta hacia los demás y contagia. La señora Reuter me decía: "Don Fernando refleja y contagia la alegría". Como el árbol frondoso nos ha regalado la alegría del vivir con su ejemplo de aceptar la vida como es, con sus limitaciones y su vía crucis. Su fe, su esperanza, su paciencia, su humor personificados en su vivir diario es para nosotros, que lo hemos conocido, un testimonio y un mensaje. Un testimonio de la fuerza de la Fe, y un mensaje para seguir su ejemplo. El árbol frondoso ha caído. Nos queda su recuerdo, pero su ejemplo no muere. El mejor modo de agradecer a su padre por lo que ha dado para ustedes es mantener vivo su recuerdo y seguir su ejemplo.
El próximo domingo 28, celebraré la Eucaristía en memoria de Don Fernando; he invitado a Anja Reuter y las monjitas, en cuya capilla celebro, ya me han dicho que sí es posible.
Ahora estoy mejorando a paso lento de una intervención quirúrgica.

Miguel, Marina, Jesús, Carlos, Yolanda, Alejandro, Enma y nietos y bisnietos, reciban el testimonio de mi amistad y de mi admiración por la vida que se ha apagado y por lo que ustedes han regalado a su papá durante su trajinar en este mundo.  Carlos Manuel / 18-abril-2013 / Alemania.

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