sábado, 20 de abril de 2013

TEMAS DE REFLEXIÓN

EL ARTE del contentamiento es la facultad de sentir que la vida es grata… al menos un día, o incluso una hora. Las fuentes de tal sentimiento son generalmente las más humildes.
El artista Robert Gibbings fabricó un banco de madera para su jardín, y escribió al respecto : “Entonces me senté en él, y el aroma de la madera recién aserrada se mezcló con el del césped acabado de cortar. Un tordo cantaba en el peral, dos jilgueros hurgaban entre los tulipanes y una mariposa de color amarillo intenso revoloteaba cerca de mí; y comprendí que al Señor le parecieran buenas sus obras”.
Henry David Thoreau, sentado en su choza, cerca del lago de Walden, describía así sus sentimientos al oír la lluvia : “La ligera llovizna que riega mis frijoles y me obliga a permanecer adentro hoy, no es triste ni melancólica, sino buena para mí. Pasé algunas de mis horas más placenteras contemplando largos aguaceros de primavera o de otoño que me tenían recluido en casa, apaciguado por el ruido y el goteo incesantes; cuando el temprano crepúsculo vespertino presagiaba una larga noche, en que muchos pensamientos tenían tiempo de echar raíces y crecer”.

-Edgar Collard, en The Art of Contentment



LOS MÉDICOS modernos aseguran que reír a carcajadas es un magnífico ejercicio. Cuando emitimos una explosiva risotada, afirman, el diafragma desciende mucho y los pulmones se expanden, lo cual aumenta considerablemente la cantidad de oxígeno que entra en ellos. Al mismo tiempo, al dilatarse el diafragma lateralmente, aplica al corazón un suave y rítmico masaje. Este noble órgano reacciona latiendo con más fuerza y mayor rapidez. Se acelera la circulación ; se estimulan el hígado, el estómago, el páncreas, el bazo y la vesícula biliar : todo el organismo recibe un impulso vigorizante. Ello confirma lo que dijo hace de 2000 años el sabio griego Aristóteles acerca de la risa: “Es un ejercicio corporal de inapreciable valor para la salud”.
-Paul Brock, en Manage



LA DEMOCRACIA es el sistema político más frágil y difícil jamás ideado. Su fragilidad estriba precisamente en que es el régimen que más conviene a la condición humana misma, y que permite la mayor libertad para todos los caprichos y emociones, anhelos y necesidades de la persona. La democracia es difícil de realizar porque los hombres y las mujeres son de condición difícil.
-John Rockefeller, nieto

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