domingo, 8 de mayo de 2016

RUMBO A LA ETERNIDAD. VERÓNICA

RUMBO A LA ETERNIDAD
    (Soneto / Anónimo)


Sin saber me hallé en época lejana
bogando en primitiva embarcación,
dando tranquilo al remo y al timón
en aquella inocente edad temprana.

Pasada de la vida la mañana
hubo cielos de intensa cerrazón,
pero la humilde y férvida oración
en ninguna borrasca ha sido vana.

Hoy que diviso próxima la orilla;
la tempestad me azota con furor
en esta decisiva última milla;

hacia los arrecifes va mi barquilla,
pero de pronto vira: es que el Señor
ha empuñado el timón de mi barquilla.

VERÓNICA


Volvió hacia ti la cara. Tú tenías
cerca un poco de amor, apenas, nada.
Volvió hacia ti frente coronada
de Humanidad; así lo presentías.

Tu pañuelo era limpio; lo querías
para guardar la sangre que esperabas.
¡Cuánto esperar, Señor! Y le llamaba,
sin saber dónde hallarle y te morías.

Cuando llegó le viste tan caído
que lo reconociste por lo herido
que estaba del amor y sus dolores.
Volvió hacia ti la cara; le limpias.
Quedó el rostro y eterno lo llevaste
dentro del corazón, muerto de amores.

       Luis López A.


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