Barreto Bustíos nació en Tacna (Perú) en 1862 y falleció en Francia en 1929. Vivió en Tacna durante la ocupación chilena que siguió a la Guerra del Pacífico. Llevó una intensa vida intelecual y periodística abogando por la peruanidad de los territorios ocupados por Chile y oponiéndose a la chilenización.
Madre. Mi amor, tu carta he
recibido
y he llorado sobre ella
tanto y tanto
que sus renglones han
desaparecido
bajo las turbias gotas de mi
llanto.
Hijo –me dices con ferviente
anhelo
en esos signos que mi pecho
adora.
¡Dios te bendiga desde el
alto cielo
como yo te bendigo en cada
aurora!
Hijo. Sé bueno y como bueno
honrado,
no te arrastres jamás por la
escoria
y cuando bajes al sepulcro
helado
Dios como premio te dará la
Gloria.
Sé paladín de toda causa
buena.
Coloca la razón sobre el
deseo.
Y cada vez que ruedes sobre
la arena
álzate con más fuerzas como
Anteo.
No envidies con rencor lo
que te admira,
porque la envidia ruin,
tenlo presente,
es una gloria para quien lo
inspira
y es un infierno para el que
la siente.
Si odias, depón tu encono
envenenado.
Si amas, mantén tu amor
hacia la muerte.
Y ya seas feliz o
desgraciado
aprende a conformarte con tu
suerte.
Ama a la Patria con amor
profundo,
ámala con inmensa idolatría,
¡Más que a mí misma! ¡Más
que a todo el mundo!
¡Mira que es madre tuya y
madre mía!
Respeta todos mis consejos
si buscas paz, si quieres
tener calma.
Y hoy que me tienes de tu
vista lejos,
no me olvides jamás hijo de
mi alma.
Esto me dices en tu carta bella
y yo te juro madre bendecida
que las lecciones que me das
en ella
serán desde hoy la norma de
mi vida.
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