lunes, 15 de agosto de 2016

MADRE MÍA / Federico BARRETO BUSTÍOS


Barreto Bustíos nació en Tacna (Perú) en 1862 y falleció en Francia en 1929. Vivió en Tacna durante la ocupación chilena que siguió a la Guerra del Pacífico. Llevó una intensa vida intelecual y periodística abogando por la peruanidad de los territorios ocupados por Chile y oponiéndose a la chilenización.

Madre. Mi amor, tu carta he recibido
y he llorado sobre ella tanto y tanto
que sus renglones han desaparecido
bajo las turbias gotas de mi llanto.

Hijo –me dices con ferviente anhelo
en esos signos que mi pecho adora.
¡Dios te bendiga desde el alto cielo
como yo te bendigo en cada aurora!

Hijo. Sé bueno y como bueno honrado,
no te arrastres jamás por la escoria
y cuando bajes al sepulcro helado
Dios como premio te dará la Gloria.

Sé paladín de toda causa buena.
Coloca la razón sobre el deseo.
Y cada vez que ruedes sobre la arena
álzate con más fuerzas como Anteo.

No envidies con rencor lo que te admira,
porque la envidia ruin, tenlo presente,
es una gloria para quien lo inspira
y es un infierno para el que la siente.

Si odias, depón tu encono envenenado.
Si amas, mantén tu amor hacia la muerte.
Y ya seas feliz o desgraciado
aprende a conformarte con tu suerte.

Ama a la Patria con amor profundo,
ámala con inmensa idolatría,
¡Más que a mí misma! ¡Más que a todo el mundo!
¡Mira que es madre tuya y madre mía!

Respeta todos mis consejos
si buscas paz, si quieres tener calma.
Y hoy que me tienes de tu vista lejos,
no me olvides jamás hijo de mi alma.

Esto me dices en tu carta bella
y yo te juro madre bendecida
que las lecciones que me das en ella

serán desde hoy la norma de mi vida.

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