A JESÚS CRUCIFICADO
El Crucifijo en el palacio de los papas, Avignon-Francia
Delante de la Cruz, los ojos míos,
quédenseme, Señor, así
mirando
y, sin ellos quererlo, estén
llorando
porque pecaron mucho y están
fríos.
Y estos labios que dicen mis desvíos,
quédenseme, Señor, así
cantando,
y, sin ellos quererlo, estén
rezando
porque pecaron mucho y son
impíos.
Y así con la mirada en Vos prendida
y así con la palabra prisionera,
como la carne a vuestra cruz
asida,
quédenseme, Señor, el alma
entera,
y así clavada en vuestra
cruz mi vida,
Señor, así, cuando queráis
me muera.
Rafael Sánchez.
DIVINIDAD
Como un milagro
siento que la vida
florece con la sangre de mi
herida
sobre mi corazón pongo la
mano
siento cómo se pudre mi
tristeza.
El éxtasis de Dios es mi belleza
y el éxtasis de Dios no está
lejano
tiembla mi corazón
estremecido
sobre mi corazón…Dios se ha
dormido.
Domingo Gómez Rojas.
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