Lunes, 12 de setiembre
La escritura y construcción del libro “Canto General” fue un proceso que duró muchas décadas de investigación sobre el continente americano, de paciente selección de imágenes y de lucha intensa con las palabras. Pablo Neruda (seudónimo del chileno Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto, 1904-1973) realizó la paciente labor de escribir esta epopeya con pensamiento, sentimiento y voz de un americano. Para muchos críticos, este libro es su mejor expresión poética.
La escritura y construcción del libro “Canto General” fue un proceso que duró muchas décadas de investigación sobre el continente americano, de paciente selección de imágenes y de lucha intensa con las palabras. Pablo Neruda (seudónimo del chileno Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto, 1904-1973) realizó la paciente labor de escribir esta epopeya con pensamiento, sentimiento y voz de un americano. Para muchos críticos, este libro es su mejor expresión poética.
La traducción al coreano
también ha sido una labor de varios años por las siguientes dificultades: El
conocimiento de las realidades geográficas, históricas y culturales del
continente americano. La obligación de estudiar los significados de los nombres
de lugares, plantas, animales y costumbres. La difícil comprensión del lenguaje
metafórico; luego, la búsqueda de sus equivalentes en lengua coreana. Hasta los
mismos hispanos sufren para comprender los poemas.
Las notas explicativas a pie
de página ayudan al lector coreano a conocer y comprender la naturaleza e
historia de Hispanoamérica; así aprecian mejor el bello mensaje poético.
La traducción,
innegablemente, es una labor de mucha responsabilidad. El traductor sin ética,
sin esfuerzo y sin paciencia puede devaluar una obra de arte. El objetivo de la
traducción es ofrecer un texto en una versión digna en otra lengua. Así como el
buen escritor no fija la fecha del término y publicación de su obra; el
traductor honesto tampoco debe hacerlo mecánicamente fijando una fecha
determinada de entrega. El arte de la creación y recreación (traducción)
necesita la paciencia del oso y no la impaciencia del tigre (una referencia al
mito fundacional de Corea).
La traductora Hyesun Ko,
docente jubilada de la Universidad Dankook, Corea de Sur, ha traducido al
coreano varios libros sobre Hispanoamérica que han sido publicados por la
prestigiosa editorial coreana Munhak kwachisong. Gracias a su labor la sociedad
coreana valora la cultura hispanoamericana. Sus traducciones citadas aquí
aparecen en orden cronológico:
“Antología poética de César
Vallejo” (1998, primera traducción del poeta peruano en lengua asiática. En
2010 se realizó el simposio sobre César Vallejo en el Instituto de Estudios de
Asia y América, Universidad Dankook; allí concurrieron los colegas de China, Taiwán,
India, Japón y Corea del Sur que ofrecieron traducir en sus lenguas). En 2015
el colega indio Ganguli -docente de Jawaharlal Nehru University- cumplió la
promesa y tradujo al hindi y bengalí; y en el mismo año salió la traducción en
tailandés.
“Popol Vuh” (1999. Libro
maya que contiene mitos de antropogénesis y las costumbres prehispanas).
“Oda frente a la isla de
Ceylán” (2000, Pablo Neruda, temas sobre Asia).
“Visión de los vencidos”
(2015, Miguel León Portilla).
“Canto General” (“Moduwe
Nore” en versión coreana) ha salido en el mes de agosto de 2016. La obra está
dividida en 15 secciones o capítulos: La lámpara en la tierra (sobre América
indígena), Alturas de Machu Picchu, Los conquistadores (encuentro brusco de
europeos y americanos. Dos versos dicen mucho: Los carniceros desolaron las
islas. En Cajamarca empezó la agonía), Los libertadores (lucha de indígenas y
mestizos), La arena traicionada (mención de los traidores y dictadores);
América, no invoco tu nombre en vano (canto a la riqueza natural de América),
Canto general de Chile (fauna, flora y la labor del hombre chileno), La tierra
se llama Juan (insurgencia de los obreros), Que despierte el leñador (el
despertar de la conciencia social), El fugitivo (sobre su vida de fugitivo),
Las flores de Punitaqui (vivencias en el norte de Chile), Los ríos del canto
(homenaje a los luchadores), Coral de año nuevo para la patria en tinieblas
(contra el dictador González Videla), El gran océano (canto al Océano Pacífico
y a las estatuas de las Islas Pascuas. “Tu estatua está extendida más allá de
las olas”), Yo soy (su rol como poeta luchador. “La sombra que indagué ya no me
pertenece”).
“Alturas de Machu Picchu” es
el canto a la grandeza de la arquitectura incaica que, desafiando al tiempo y a
los cambios climáticos, se yergue sobre la montaña, sobre el río y sobre el
valle. Cuando Neruda llegó a Machu Picchu quedó emocionado ante tanta grandeza
y belleza, y escribió buscando el diálogo con los anónimos constructores. Ahora
los coreanos pueden compartir su emoción poética. “VIII: Sube conmigo, amor
americano. / Besa conmigo las piedras secretas. XII: Sube a nacer conmigo,
hermano. / Mírame desde el fondo de la tierra. / Yo vengo a hablar por vuestra
boca muerta. / Hablad por mis palabras y mi sangre. X: Piedra en la piedra, el hombre, ¿dónde
estuvo? / Aire en el aire, el hombre, ¿dónde estuvo? / Tiempo en el tiempo, el
hombre, ¿dónde estuvo?”
El libro de 731 páginas,
incluyendo la breve explicación del poemario y la bibliografía, ya está
expuesto en las principales librerías de Corea del Sur. Algunos periodistas
coreanos, después de leer el libro, reconocen que, gracias a esta traducción,
se enteran de la faceta que desconocían de Neruda: un poeta con compromiso
político y social.
Descubren que “Canto General” es una epopeya y no un
poemario lírico como el ya conocido “Veinte poemas de amor y una canción
desesperada”.
Ahora los lectores coreanos
pueden comprender mejor al continente de América multicultural y de muchos
colores descrita en lenguaje poético. Ahora, a ellos les toca opinar sobre la
obra.
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