miércoles, 1 de febrero de 2017

ANTI MÚSICA / Horacio PUCHET


ANTI MÚSICA. La sinfonía de esta semana es la Primera de John Corigliano. Fue compuesta a finales de los ochenta en memoria de las víctimas del Sida. Se trata de una música brutal y salvaje que agrede al oyente durante casi una hora. En un pasaje donde estamos tocando tres píccolos en fortísimo al unísono, encuentro indicaciones como: “WILD, DEMENTED, AND FRENZIED”.

Cómo será la violencia de la sinfonía que desde el primer ensayo se nos distribuyeron tapones para los oídos. Literal. Sellados en una bolsita de celofán, cada músico recibió su dotación de tapones de hule para prevenir posibles daños. Es uno de los adefesios más agresivos que he tocado, una anti música realmente horrible y estridente. Carece de interés musical, pero como defiende una causa políticamente correcta, ha ganado toda clase de reconocimientos.

Supongo que ese era en el fondo el propósito de Corigliano: ganar becas y premios. Hay carreras hechas así.


Para la noche del concierto se le pide a la orquesta que vista totalmente de negro. Y entre movimientos se proyectarán en una pantalla imágenes de víctimas del Sida. De manera que el concierto de esta semana será un espectáculo más político que artístico. Espero que las autoridades del teatro se compadezcan de los asistentes y les obsequien también a ellos tapones auditivos.

DE MI ÁLBUM


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