Glenn
Seaborg, químico ganador del Premio Nobel, quien conjuntamente con Edwin
McMilliam descubrió el elemento “plutonio”, nació en Michigan en 1912, hijo de
inmigrantes suecos.
En 1922 su familia se trasladó a South Gate, California, donde Seaborg,
cursó los estudios secundarios y donde, por vez primera, se interesó en la
química. Ingresó en la Universidad de California en Los Ángeles al graduarse de
bachiller y se pagó los estudios universitarios recogiendo albaricoques y
trabajando de estibador en los muelles.
Al terminar en la Universidad de California pasó a
Barkeley, donde obtuvo el doctorado en filosofía después de escribir una tesis sobre la dispersión rápida de los neutrones, tema
que muy poca gente comprendía entonces y que aún hoy son muy pocos los que lo
comprenden.
Ingresó inmediatamente, como asistente, en el
laboratorio de química, trabajando con McMillan, quien previamente había
descubierto el elemento “neptunio” junto con P. H. Abelson.
Sus investigaciones condujeron al descubrimiento del
plutonio o “elemento N. 94”. Trabajando con cantidades increíblemente
pequeñas -menos de una millonésina de
onza –conocieron lo bastante del plutonio para posibilitar la producción
abundante de ese elemento durante la Segunda Guerra Mundial y después.
Después del descubrimiento del plutonio, Seaborg ha
participado importantemente en el descubrimiento de otros siete “nuevos”
elementos. En 1942 fue a la universidad de Chicago, donde dirigió las
investigaciones químicas en el laboratorio metalúrgico en relación con el
“proyecto Manhattan” (bomba atómica).
Seaborg es en gran parte, responsable del proceso químico
utilizado en la fabricación de plutonio en Oak Ridge, Tennessee, y en Richland,
Washington, y así indirectamente en la producción eventual de las bombas
lanzadas sobre Hiroshima y Nagasaki.
Seaborg ganó el premio de química en 1951, compartiéndolo
con McMillan. En 1959 ganó el premio Enrico Fermi de la Comisión Norteamericana
de Energía Atómica. En 1961 el presidente John Kennedy lo nombró presidente de
la Comisión de Energía Atómica, la posición más alta jamás alcanzada por un
científico norteamericano.
Los datos e información acopiados por Seaborg y sus
asociados en sus laboratorios ha hecho posible predecir las características
radiactivas de muchos isótopos de elementos aún no descubiertos. Bajo su
dirección se han concebido nuevos métodos que se han convertido en la base
fundamental de la moderna química nuclear. Ha escrito más de 200 memorias
científicas y varios libros sobre química.
Muchos de sus descubrimientos, especialmente el isótopo
yodo 131, han sido de importancia grande para la química.
DE MI ÁLBUM
Los puentes colgantes
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