PARA TODOS AQUELLOS QUE SIRVEN EN UN CARGO EN FAVOR DE LA SOCIEDAD.
Aprende a reír. La risa
es la mejor de las medicinas.
Aprende a contar bien un cuento. Este se recibe
siempre con la alegría que un rayo de sol en el
cuarto de un enfermo.
Aprende a
soslayar todas esas pequeñas
dificultades diarias que acarrean fricciones con
los
demás.
Aprende el
arte de decir frases alentadoras.
Aprende a
callar, a reservar para ti tus dificultades;
el mundo está muy ocupado para que
le importen
tus problemas.
Aprende a
ocultar tus dolores y sufrimientos bajo
una bondadosa sonrisa.
Aprende a
reprimir tus gruñidos. Si no puedes
encontrar nada que te satisfaga en el
mundo,
guarda para ti todo lo malo que encuentras y no
intentes amargar la vida
de los demás.
Aprende a
sonreír, hasta en tus peores días. La
sonrisa es nuestro mayor testimonio del
propio
dominio.
La sonrisa es
serenidad y la serenidad es un
hábito.
El gruñón
podrá tener servidores atemorizados,
pero nunca amigos leales.
El optimista
tendrá amigos y francos
colaboradores.
Una buena
orden dada con buen semblante es
siempre mejor y más a gusto cumplida que dada
con cara hosca.
Un gruñido en
cada orden es un sentimiento de
rencor que se levanta en el sirviente.
Una sonrisa
en cada orden es un remache más
puesto al respeto y la amistad del que nos sirve.
Y por ultimo,
no olvides “que se consigue más con
miel que con vinagre”.
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