Con ocasión de la ayuda en el tema a un estudiante.
Siendo
la adolescencia la fase anterior a la pubertad, considero a aquella y a ésta la
etapa de cimentación para desarrollar la personalidad dentro de la colectividad
y por lo tanto es un compromiso de ser alguien o algo el mismo que se supone o
busca.
Es la
etapa de las mejores ilusiones; de allí que los orientadores, los docentes, los
políticos vierten variados mensajes a los niños para ser captados a su causa. Así por ejemplo: Peter Walker (Caballero de la Orden del Imperio Británico)
hizo en su tiempo un Llamamiento a la Juventud , el cual sigue perenne y válido para
todas las generaciones: “Sólo una generación guiada por un realismo dinámico y
práctico… una generación resuelta a triunfar, podrá satisfacer las exigencias
del mundo moderno”.
Son
evidentes las exigencias a que tienen que enfrentarse ustedes, los de la nueva
generación. Tres amplias metas deben regir su pensamiento:
Librar al mundo de la pobreza y de la incuria.
Dar a la humanidad un ambiente, tanto en el
hogar como en el trabajo, que convierta la vida de cada persona en una
experiencia agradable y provechosa.
Librar al mundo de la discriminación y de los
prejuicios raciales.
Será
difícil lograr estos fines. El papel de los jóvenes ha sido, por tradición,
mantenerse al margen de los acontecimientos, criticando a sus mayores que están
en la lid. Ahora, los jóvenes están mejor educados….
Así
pues, el llamamiento que ahora hago a ustedes es a favor del idealismo
práctico. Cuentan ustedes con la
ventaja de medios de comunicación, tanto verbales como físicos, que
anteriormente no existían.
Disponen
de los conocimientos científicos y tecnológicos que pueden transformar los
factores negativos con una prontitud antes inconcebible. Asimismo, pueden
ustedes, al igual que las generaciones anteriores, aprender de los errores del
pasado y aprovechar todo lo bueno que se ha logrado hasta ahora.
El fiel cumplimiento de estos medios dan como
resultado la identidad de un adolescente bien definido, apto para recibir, en
posta, las banderas de libertad y
autoestima. ¿Cuándo nos hemos amilanado? ¡Nunca!
(Condensado de un artículo anterior del blog)
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