Robert Hooke
(1635-1703), físico inglés y uno de los genios mecánicos y experimentadores más
brillantes de la historia, nació en la isla de Wight. Llegó a ser protegido del
gran filósofo y químico Robert Boyle, a quien ayudó a construir una bomba de
aire y otros aparatos con fines experimentales.
Hooke vivió una vida más bien desapacible,
ignorado por la mayoría del público. Son muchos los historiadores que creen que
habría disfrutado de vida mejor y habría sido objeto de mayores reconocimientos
si no hubiera escrito al mismo tiempo de tantas cosas diversas.
Sus investigaciones en el campo de la luz le
llevaron a enunciar un tipo primitivo de teoría ondulante de la radiación de la
luz. Trabajó intensamente con lentes y con la difracción de la luz.
Fue el primero en insistir en que el
movimiento de los cuerpos siderales debía ser considerado como problema de
mecánica. Esto le llevó directamente a la idea más sensacional de todas: su
teoría de la gravitación universal.
Esta teoría sustentaba sencillamente que las
fuerzas de gravedad de tos los cuerpos siderales, en reacción recíproca
constante, en todas partes y continuamente, es lo que “hace al mundo girar” lo
mismo que a todos los otros mundos, planetas y estrellas.
Hooke inventó un nuevo tipo de barómetro y
desarrolló y promovió extensamente otra idea sorprendentemente novedosa: las
lecturas de presión barométrica habrían de ser auxiliar valioso para la
predicción del tiempo.
Hooke sugirió sistemas de telegrafía óptica
–muy parecida a la que hoy practican los “niños exploradores” –basados en el
uso de reflejos de la luz del sol para enviar señales a grandes distancias.
Observó con interés profundo cómo pequeñas
partículas de harina fina, que había regado sobre una gran campana, saltaban en
el aire cuando el badajo daba contra las paredes interiores de la campana.
Puede así decirse que “vio” ondas sonoras.
Fue Hooke el primero en construir un
microscopio prodigioso en virtud del cual pudo, antes que nadie, observar la
estructura celular de cosas vivientes. Más aún, Hooke fue el primero en usar la
palabra “célula” al describir la estructura microscópica del corcho, corteza de
cierto tipo de encina.
El genio de Hooke pertenece realmente, al
campo de la mecánica. Inventó entre otras cosas, bombas neumáticas,
escafandras, máquinas calculadoras, duplicadoras de aire y agua.
Fue secretario de la Real Sociedad y después
del Gran Fuego de Londres en 1666, se hizo cargo de la rehabilitación de esta
institución.
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