jueves, 26 de marzo de 2015

LA ESPERANZA


La esperanza es una cosa que alegra tanto como el dinero, y que está al alcance de todas las fortunas.
   Es azul, y brilla más que el oro.
   Se mezcla en todos los actos de la vida, y nos trae y nos lleva como un soplo de aire trae y lleva a un puñado de polvo.
   Lo mismo se la encuentra en la política que en la religión, lo mismo en la multitud que en el individuo.
   Está en un billete de lotería.
   En el saludo de un hombre poderoso.
   En la mirada de una mujer hermosa.
   Es lo último que se pierde, y se llama esperanza.
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El hombre es un conjunto de esperanzas que se van disipando una a una. Cuando se apaga la última, cierra los ojos.
   Por medio de las esperanzas se abre camino hasta nosotros el tiempo que está por venir.
   El tiempo conoce al hombre y lo adula.
   /Cuántas felicidades nos guarda siempre el día de mañana!
   Si la esperanza es el camino de la felicidad, vivir no es más que estar en camino.
   Sólo nos es lícito ser felices, esperando serlo.
   El que no espera nada, ¿qué es lo que hace en el mundo?
   Dios ha dicho al cuerpo: vive; y al alma: espera. 
   Casi todo lo que nos rodea, son esperanzas.
   Un abogado no es más que una esperanza puesta al alcance de todo aquel que desea ardientemente tener razón.
   Un tribunal no es más que una esperanza de la justicia.
   La medicina es una esperanza para la salud.
                                    --:o:--
La esperanza es la prueba evidente de que existe una cosa que todos buscamos y que nadie encuentra.
   Las esperanzas humanas son los ecos de una felicidad misteriosa que nos llama desde muy lejos.

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