lunes, 9 de marzo de 2015

HOMBRES DE CIENCIA: Thomas WILLIS


 Thomas Willis (1621-1675), el más famoso médico y anatomista inglés del Siglo XVII, fue uno de los hombres más curiosos que han existido. Era también hombre muy activo, lo cual le permitió satisfacer sus curiosidades.

      Willis inventó la palabra “neurología” y se le considera como el fundador de las ramas de la fisiología y medicina que tienen que ver con los nervios y el cerebro. Fue también el primer gran profesional en fijar relaciones prácticas entre la medicina, la anatomía y la patología.

      Fue especialista médico en muchos aspectos. Estudió las fiebres y llamó “puerperal” a la que con frecuencia atacaba a parturientas y que tantas vidas femeninas costó hasta que Semmelweiss encontró su curación. Llegó a conocer todo o que había que conocer en relación con el movimiento de los músculos y convulsiones y estudió la anatomía comparativa de lombrices, peces, ovejas y hombres.

      Willis publicó muchas memorias clínicas y autópsicas, especialmente sobre condiciones de los nervios y el cerebro. Describió varios de los distintos tipos de diabetes. Estudió los brotes de fiebre tifoidea que ocurrieron durante la Guerra Civil de los 1640, durante la cual el rey Carlos I fue decapitado. Describió la tos ferina y el asma.

      Difícilmente hubo tema médico que no despertara la curiosidad de Willis ni sirviera de acicate a la otra gran preocupación de su vida: las obras de caridad.

      Siendo muchacho, Willis iba a pie todos los días a la  escuela y camino de sus clases acostumbraba a dar el almuerzo que le habían preparado en su casa a los pordioseros que encontraba en la ruta. Su padre veía con satisfacción la preocupación de su hijo por los pobres pero llegó a temer que el muchacho perjudicara su salud desprendiéndose de su almuerzo. Y se dice que posteriormente le obligó a regresar a la casa a almorzar.

      Willis asistió a la universidad de Oxford durante la guerra entre el Rey y Cromwell y cuando los “cabeza redonda” bajo el mando de los puritanos avanzaron sobre la ciudad, Willis tomó las armas en defensa del monarca. Oxford, que el Rey había convertido en su capital provisional, no era en aquella época lugar adecuado para los estudios pero Willis era estudiante tan preocupado con las disciplinas académicas que no se dejaba distraer, ni siquiera por la guerra.

      Por espacio de más de doce años, durante el “reinado” de Cromwell, Willis dio clases sobre una variedad de asignaturas en Oxford, inclusive matemáticas, química y anatomía. En 1660, con la restauración de la familia real de los Estuardos, fue designado catedrático de Oxford y se le concedió el título de doctor en medicina.


      Fue entonces cuando comenzó sus trabajos en neurología, supervisando cuidadosamente las disecciones cuando daba clases de anatomía, informando luego clínicamente los casos similares entre pacientes y demostrando finalmente sus métodos y sus teorías por medio de observaciones patológicas después de la muerte de sus pacientes.

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