No sólo de pan vive el hombre, sino de belleza y armonía, de verdad y bondad, de trabajo y de recreo, de afecto y de amistad, de aspiración y adoración.
No sólo de pan, sino del esplendor del firmamento en la noche, de la gloria de los cielos al amanecer, de los fantásticos colores del ocaso, de la belleza de los árboles floridos, de la magnificencia de las montañas.
No sólo de pan , sino de la majestad del mar que se rompre en los peñascos, del temblor de la luna en el lago sereno, del argentado arroyo que salta en la montaña, de las exquisitas formas que tienen los cristales de la nieve, de la creación de los artistas.
No sólo de pan, sino del dulce canto del ruiseñor, del roce del viento en los árboles, de la mágica voz de un violín, de la sublimidad de una catedral alumbrada a media luz.
No sólo de pan, sino de la fragancia de las rosas, del perfume de los azahares, del olor del heno recién cortado, del apretón de manos de un amigo, de la ternura de un beso de una madre.
No sólo de pan, sino de la poesía de los poetas, de la sabiduría de los sabios, de la santidad de los santos, de la biografía de las grandes almas.
No sólo de pan, sino de la camaradería y la noble aventura, de buscar y encontrar, de servir y compartir, de amar y ser amado.
No sólo de pan vive el hombre, sino de orar fielmente, de dejarse guiar del Espíritu Santo, de buscar y hacer la amorosa voluntad de Dios ahora y eternamente.
--The University Presbiterian.
EL BESO Y LA QUÍMICA
Gracias a la radio sabemos que el amor es "cuestión de vitamina B1, fósforo y metabolismo de los almidones". Durante una transmisión de la WOR, pidieron al Dr. Carlton Fredericks que explicase la relación entre la nutrición y el besar, y la expuso... ¡con todo detalle!
"Cuando un hombre besa a una mujer" , dijo el Dr. Fredericks, "el sistema adrenosimpático solicita glucógeno del hígado para obtener energía. Ésta a su vez produce la liberación de insulina, vitamina B1 y fósforo que quema los azúcares. En su cerebro, si está pensando en algo (lo que es muy probable) hay un cambio de almidones, fósforo y tiamina entre el tálamo y la corteza cerebral. Al aumentar la rapidez del pulso y la respiración, se incrementa el intercambio de oxígeno en las zonas intracelulares, lo que significa un aumento del consumo de tiamina y fósforo".
-- Marie Torre.
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