RITMOS
El campo y la alameda
motivan la alegría,
las flores con su aroma
perfuman las vivencias.
Las avecillas con sus trinos
ensalzan el ambiente,
sus ritmos nos cautivan
fermentando la alborada.
El rocío de las noches
estimulan los rosales,
el verdor del prado
embelesan las miradas.
El alma reverbera
incidiendo en las entrañas,
la fuente de energía
embriaga las mejillas.
La inercia de la vida
apacigua todo fuego,
entonan los jilgueros
joviales melodías.
Germinan los encantos
en los claros manatiales,
los ritmos aceleran
sin llegar a inmutarse.
Culmina la historia
grabando en el recuerdo,
fraguando la delicia
que a mi vida invade.
PERFIDIA
Cada instante en mi álgido trajín
brota el latente recuerdo existencial:
escenas que palpitan con ritmo veloz
momentos de gracia y místico esplendor.
Cuando la estrella de su órbita fugó,
mi corazón sensible se embotó,
derramando lágrimas sanguíneas
expulsadas por el crítico dolor.
Hoy redoblan las plañidas campanas
musitando clemencia de perdón,
reprochando la perfidia de este mundo
por su forma vil de condenar.
El viento ya no eleva sus plegarias,
el alba se inmuta por el pronto amanecer,
sólo queda sumergirse en el inmenso mar
para encontrar la vía del perdón.
El eco de tu voz sigue perdurable,
la indulgencia surge en el tiempo,
hay silencio inquietante de delirio
y en mi alma desolada la eversión.
Propongo sensatez y tregua al destino,
a la calma, lsin angustia y la paz,
sentirme liberado de ensueños,
y libre del iluso mundo del ayer.
EFERVESCENCIA VITAL
Mágicos caminos recorren mi memoria,
vanas ilusiones que al sueño invaden,
delirantes vías con reticentes huellas,
latidos perdurables en el correr del tiempo.
Fuentes persistentes en la agitada vida,
luengos pasadizos en el álgido recuerdo,
ansiedad de revivirlo en el mismo escenario
absorbiendo el néctar que perdura insaciable.
Mensajes solitarios surgen persistentes
ateridos por la duda y con cálida emoción,
el gorjeo de las avecillas anida esperanza,
y el aroma de las flores excitan la cadencia.
Fieles evidencias se mantienen intangibles,
virtuales hechos de frenética esperanza,
historia hilvanada con delirio y pasión,
legados que enarbolan espléndida expresión.
La lluvia invernal arredra y mengua el ánimo,
el cálido furor enciende la centella
anunciando signos de tormenta fecundante
sellando ansiosamente el ansia de vivir.
Hoy, la soledad supera la ignominia;
fluyen brotes que surgen de la entraña,
el cálido sudor mengua la congoja
arredrando la abúlica astenia.
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