AUSENCIA
¿ME ESCUCHAS?
Ven a mi encuentro
amado.
Brilla el alma en mis
hombros
y un enjambre de
alondras me aprieta la garganta.
Quiero exprimir mi
gozo gota a gota en tus labios
y ceñirte la frente de
corolas abiertas.
La raíz de tu voz
florecerá en mi sangre,
y te hablará del mar,
de la rosa en el
tiempo, de soledades claras
y de silencios rotos.
Por andamios de luz y
sobre el haz del viento,
te llevaré conmigo
adonde empieza el canto.
¿Me escuchas en la
ausencia?
Vuelve hacia mí tu
rostro
y embriágate en mi
huerto.
La sonrisa de un niño
se alza entre mis venas.
Mensaje:
El corazón femenino es
un cofre lleno de valiosos tesoros.
Privilegiado aquél que
se convierta en su dueño.
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