Atravesad los
Andes encumbrados
y
encontrareis para este siglo, asombros;
atroz
miseria, pueblos incendiados,
aterradora
soledad y escombros:
caminos tan
estrechos y escarpados,
que es
preciso llevar la carga en hombros,
y de una peña
atados a otra peña
puentes ¡qué
horror! de sogas y de leña.
Así es y así será, porque
los miles
que en nuestras arcas Chincha ha derramado,
en vez de producir ferro-carriles,
puentes, canales, honra, solo han dado
a la anarquía pólvora y fusiles,
muerte al instinto noble y elevado,
y a torpe multitud, sedienta de oro,
abrevadero en el Fiscal Tesoro,
¿Qué será del Perú, cuando agotada
esa mina, agonice en la pobreza,
porque su población no está enseñada
a producir la pública riqueza?
¡Por senda natural, subir honrada
joven nación, pudiste a la grandeza
y vino el huano, y te dejó por gaje
vejez precoz de vil libertinaje!
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