sábado, 22 de febrero de 2014

UN PATRIOTA EN EXILIO: JOSÉ DE SAN MARTÍN / Felipe PIGNA

UN PATRIOTA EN EXILIO: 

Y hasta se permitía ironizar, proponiéndose para el obispado de Buenos Aires.

Usted debe saber mi profundo saber en latín; por consiguiente, esta ocasión (1) me vendría de perilla para calzarme el Obispado de Buenos Aires, y por este medio no sólo redimiría todas mis culpas, sino que, aunque viejo, despacharía las penitentes con la misma caridad cristiana como lo haría el casto y virtuoso canónigo navarro, (2) de feliz memoria. Manos a la obra, mi buen amigo. Yo suministraré gratis a sus hijos el Santísimo Sacramento de la Confirmación sin contar mis oraciones por su alma, que no escasearán. Yo creo que la sola objeción que podrá oponerse para esa mamada es mi profesión; pero los santos más famosos del almanaque ¿no han sido militares? Un San Pablo, un San Martín ¿no fueron soldados como yo y repartieron sendas cuchilladas sin que esto fuese un obstáculo para encasquetarse la Mitra? Admita usted la santa bendición de su nuevo prelado, con la cual recibirá la gracia de que tanto necesita para libertarse de las pellejerías que le proporciona su empleo, (3)

(1)  Se refiere al restablecimiento de relaciones con la Santa Sede.
(2)  Se refiere a Julián Navarro (1777-1854) vicario castrense del Ejército de los Andes.
(3)  Carta de San Martín a Guido, fechada en Bruselas el 6 de abril de 1830, en A. J. Pérez Amuchástegui, Ideología y acción de San Martín, Eudeba, Buenos Aires, 1966.

LIBERTADORES DE AMÉRICA, AQUELLOS GLORIOSOS SUDACAS / Felipe PIGNA.

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