lunes, 17 de febrero de 2014

LA VERDAD EN RELIEVE / Augusto CALDERÓN LEZAMA

Leyendo al Consejero del lobo en su página acostumbrada, de Enfoque, del Diario “La Industria", el domingo 16, UNOS ESCRIBEN, OTROS IMAGINAN, de Luis E. García, recojo unos datos a propósito de todo escrito: “frutos o resultados de la experiencia que vivimos en lo cotidiano, lo que nos llama la atención”, según Hanif Kureishi con relación a Chejov.

Efectivamente, me llamó la atención, grata experiencia, por cierto, que en días pasados, el Dr. Ricardo Zavaleta Alfaro, me avisara por Facebook, que tenía un escrito de 1935, de un familiar mío, Augusto Calderón Lezama y que si tenía interés, gustosamente podía dármelo.

El día 15 de los corrientes, al dejarle como obsequio un libro, el último de mi imaginación, en su consultorio, fui objeto de otra experiencia sentida: darme dinero, no por concepto de costo del libro, sino bajo la figura del pasaje /para hacerlo llegar a sus manos; gesto correspondido con la aceptación graciosa de mi parte. (Pocos lo hacen).

Luego, me enseña los periódicos de los años 1935: “LA VOZ DE SALPO” y entresaca el referente a “LA VERDAD EN RELIEVE”. Lo más relevante, me presta para copiarlo; realmente para publicarlo, es decir, transformarlo en algo significativo o que valga la pena; lo que yo llamo "alindarlo", ponerlo al día.

Se presenta una nueva experiencia a través de la conversación cordial y amena; hasta me lee el contenido como si fuese un avance de lo importante que viene enseguida: La existencia de un gestor que atrae a un ejecutor; ellos son, por lo pronto, Carlín y Gonzáles; pista inmejorable para un futuro libro...

Es más significativa la experiencia, por contar con un escrito que bordea los 78 años (valioso por su antigüedad), en donde demuestra, de manera fehaciente, que fueron muchos los colaboradores, (Jornada de hoy), desde sus situaciones concretas, que estaban dispuestos proseguir la gesta de lograr que el  distrito ascienda a provincia.

La iniciativa parte de EUSEBIO CARLIN, al que se le considera “extraño”.

¿No se estaría repitiendo el caso de Valdjean, con Carlín? Porque fue alcalde y natural de Lima. Entra en función la imaginación, el otro soporte de la narración que lo hace más interesante y halagador.

Víctor Hugo, con su personaje protagonista Juan Valdjean, en su obra “LOS MISERABLES”, toma partido por los pobres y las víctimas de la situación social y las injusticias. Se establece en “Montreuil-Sur-Mer”, bajo el nombre de Madeleine, en donde llega a convertirse en dueño de una fábrica, incluso es elegido alcalde de ese mismo pueblo al aprovechar los conocimientos aprendidos en el presidio y dedica su fortuna a ayudar a los trabajadores de su fábrica y a los humildes. Sin embargo había personas que hablaban mal de él, pero él seguía ayudando al pueblo.

El escritor de entonces, Augusto Calderón, con su pluma llena de convicción y fe, trata de convencer a las vecinas provincias y en definitiva las llama con verdadero nombre: “OPOSITORAS”.

Este documento “La Verdad en relieve”, corrobora mi presentimiento de que él fuera considerado como Prohombre que enarboló a su pueblo en su tiempo, como figura en el libro “Versos por espigar” (pág.7l) de Javier Calderón Ávila, y de haberlo tenido a la mano, lo hubiese consignado en dicho libro.

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La verdad en relieve

La historia de los pueblos, es la historia de los hombres que influyen en su evolución…

Así, la historia del pueblo salpino, será la historia de los hombres, que hoy con razón, trazan un nuevo y claro rumbo hacia la prosperidad colectiva de Salpo, digna de mejor suerte.

Será la historia, repito de esos hombres que saben comprender y auspiciar el sentimiento noble de un pueblo altamente progresivo, de un pueblo, que ante el concepto de los hombres benévolos y aún del derecho natural, propugna por su desenvolvimiento clásico, económico, moral y social.

Mas, pues, ¿qué tanta indiferencia por nuestra actitud, por haber lanzado nuestras justas aspiraciones en que Salpo sea Provincia? ¡Tales indiferencias son, sin embargo, aparentes, puesto que no existen razones de fundamento para ello!

En fin, cualesquiera que sean las apreciaciones que se hagan sobre los fundamentos básicos de la creación Provincial; cualesquiera  que sean las impugnaciones de la tesis desarrollada por el ingeniero Gonzáles Cueva, nosotros siempre sabremos sobreponernos a esta finalidad, con noble altura, serenidad y prestigio.

Nuestra pretensión evolutiva, es mirada con aprecio por todos, no sólo como un acto de verdadero progreso, sino también como un hecho llamado a definir nítidamente la suerte natural que a nuestro pueblo le depara.

La iniciativa de la discutida Provincia de Salpo, no fue sugerida por elementos extraños al lugar. El señor Eusebio P. Carlín no es elemento extraño; él es peruano y sus hijos, basados en que Salpo –por la Providencia-, tiene vida propia y está llamado a un desarrollo grandioso, tanto por su población, cuanto por sus riquezas naturales. Estas han sido las razones que nos indujeron.

Luego, pues, queda claramente evidenciado, de que la nueva provincia de Salpo, no es obra nacida de elementos extraños, como imaginariamente lo atribuyen nuestros impugnadores del Proyecto de Ley presentado por nuestro digno Representante Dr. Gonzáles Orbegoso; de suerte, que nosotros sí tenemos justificativo derecho de llamar “elementos extraños” a todos aquellos OPOSITORES de la Provincia de Salpo, que con sus conceptos enemistados, pretenden amenguar, en vano,  las acciones justas y cívicas de todo en pueblo que con legítimo derecho y orgullo se ha lanzado a su evolución progresiva.

La jornada de hoy, -emprendida por el Sr. Eusebio Carlín- es admirada y elogiada, mientras que por otros, es debatida absurdamente, tanto por conveniencia propia, como por ambiciones personales.

¡Salpinos, mantengámonos siempre con fe y optimismo! Hoy más que nunca debemos esperar de los Altos Poderes, las garantías indispensables que ayuden a levantar nuestro nivel moral a la altura de los pueblos provincianos.

Estamos, pues, ante una brillante posición en que nos ha colocado nuestra abundante riqueza; cuyos grandes elementos nos hacen abrigar la esperanza de que será más fácil y rápida nuestra prosperidad.

En fin, sea cual fuera la suerte que le depare a este aventurado pueblo en la presente jornada, una de las más anheladas en su vida, una de las más azarosas y trabajadas por las huestes opositoras a su porvenir; siempre será para él y sus hijos un timbre de honor el haber allanado con su proposición el escabroso sendero que debe recorrer para alcanzar el fin de sus aspiraciones.

Nada tendríamos que decir de nuestros co-provincianos de Santiago de Chuco, si ellos no nos lesionaran con busca-piques de papel; nada tendríamos que decir, si ellos no se opusieran a la noble causa de un pueblo y nada tendríamos que decir, si ellos nos ayudaran en nuestro móvil emprendido. 

Asimismo, nada tuviéramos que decir de nuestros co-provincianos vecinos de Otuzco, si éstos se aunaran con nuestros nobles ideales; nada tuviéramos que decir, si éstos, desde su altura hubieran velado por el adelanto y cultura de este pueblo; nada tuviéramos que decir, en fin, si estos, en vez de oponerse a nuestras expectativas, nos ayudaran y apoyaran; luego pues, no tienen en cuenta que todos somos naturalmente iguales, y que todos tenemos perfecto derecho de poseer aquellos privilegios que otros pueblos vecinos poseen. Y si por una corta extensión territorial que por naturaleza se ha delimitado a favor de la nueva Provincia de Salpo, es origen para tanta indiferencia, los interesados desmembrados deben tomar en consideración, que dicha extensión de tierra que defienden es parte de nuestra misma Nación en que vivimos y por consiguiente no deben establecer conflictos plebiscitarios que jamás llegarán a nada lógico.

Defender la causa de un pueblo es defender el honor de una persona. Así pues, Salpinos, con todo nuestro vigor, con toda la fe de nuestros principios, que aún forman cultura, con toda la luz de nuestro cerebro y con toda la sangre de nuestras venas, mantengamos con fe y optimismo, el Plan trazado por el Presidente del Comité Central, Sr. Carlín, así defenderemos la causa y honor de nuestro pueblo, ultrajado por nuestros propios hermanos. Entretanto, esta hoja quincenal, VOZ  DEL IDEAL SALPINO, será el sello imparcial de los intereses generales que se rocen con la Región.
Salpo, 14 de agosto de 1935

Augusto Calderón y Lezama.

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