OH SEÑOR, concédeme
recibir en paz
el nuevo día.
En cada momento del día,
revélame tu voluntad
y ayúdame a confiar
perpetuamente en ella.
Bendice mis relaciones
con lo que me rodea.
Enséñame a actuar
durante el día con paz
en el alma y con la firme
convicción de que tu voluntad
lo gobierna todo.
En mis actos y palabras
Guía mis pensamientos
y mi sentir.
En los acontecimientos
imprevistos, no me
dejes olvidar que todos
son enviados por Ti.
Enséñame a obrar firme
y sabiamente, sin ofender
a nadie.
Dame fuerza para soportar
la fatiga del nuevo día
con todo lo que traiga.
Dirige mi voluntad,
enséñame a orar,
ora Tú mismo en mí.
-Cristianismo, ortodoxia oriental
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