DOLOROSA
He aquí, helados, cristalinos
sobre el virginal regazo,
muertos ya para el abrazo
aquellos miembros divinos.
Huyeron los asesinos.
¡Qué soledad sin colores!
¡Oh Madre mía, no llores!
¡Cómo lloraba María!
¡La llamaron desde aquel día
la Virgen de los Dolores!
--Gerardo DIEGO.
EL SANTO ENTIERRO
Te quiero como estás... así /bien muerto.
Con la dulce mirada ya extinguida,
muda la voz y la cabeza hundida
en tu pecho amoroso... frío... yerto.
Te quiero así... Con el costado abierto
mostrándome tu corazón sin vida.
Te quiero así... Con tu alma santa huída
y tu cuerpo enterrado en ese huerto.
Te quiero así, Señor; porque he oído
que he de ser como Tú para salvarme;
mas... parecerme a Tí no he conseguido.
Te quiero así... por no desesperarme.
¡Cuán grande será a Tí mi parecido
Oh Señor, cuando lleven a enterrarme!
-- Tomás L. PUJADAS.
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