martes, 13 de diciembre de 2011

"VERSOS POR ESPIGAR": Redención. Amor eterno. Estoicismo, de Javier CALDERÓN ÁVILA.

                   REDENCIÓN
   Vibra el corazón con ritmo y acento
conjugando el torrente fértil de la sangre,
sus nítidos latidos marcan los compases
que traslucen paradigmas inmanentes.

   Los marciales vientos elevan melodías
saciando el ímpetu del voraz enjambre,
resurgiendo voces que mitigan el delirio
en pos de redención y salvación convictas.

   Mañana cuando surjan nuevos bríos,
cruzaremos con fervor la travesía,
esquivando brumas muy cargadas
de histéricas plagas encantadas.

   El fulgor del sol gravitará el espectro,
sus candentes rayos bruñirán el cosmos,
avivando ideales cercenados por la duda
guiando vivazmente las legiones al confín.

   Fanáticos recuerdos que emanan del encanto
pinceles que burilan epigramas estentóreas,
membretes que ensalzan la esperanza yerta
capullos sinergésicos de remanente voz.

                AMOR ETERNO

   Sutilmente surgió un gran romance
tras confluir complejos caracteres;
la fusión vital fue consecuente:
logramos erigir un suntuoso altar.

   Intensa claridad iluminó el faro ardiente,
nuestras almas vibraron al conjuro,
los ritmos y latidos del corazón coincidieron:
fundiéndose en los misterios de un crisol.

   Vivimos siglos en una isla solitaria
plasmando ilusiones en el ámbito espacial:
creando halos  de un ferviente amor;
pero un día aciago una fuerza letal lo destruyó.

   Sumergido en el sufrimiento y en el dolor
de aquel amargo y gélido día fatal,
el reloj del tiempo paralizó su marcha:
eclípsase el sol por la noticia cruel.

   Mi corazón herido explotó en llanto
al ver tu yerta y figura angelical
vestida de novia con un blanco tul:
viajando a la gloria en un halo de luz.

   En la ardiente capilla un misterio descubrí,
un mensaje doloroso que eternamente grabé:
tu muerte dedicabas como prueba de amor;
pensamiento que lacera día y noche a mi ser.

   Tu ígnea memoria navegando está,
en un corcel de viento de suave trotar,
recorriendo parajes y vivencias del ayer:
atizando el fuego de llama inmortal.

   Renunciaste con decisión implacable
seguir bregando en el cosmos terrenal;
hoy transitas en las nubes del silencio:
ascendiendo hacia el éter celestial.-

              ESTOICISMO

   Cruzan los años raudamente
dejando huellas intangibles,
delatando que las fuerzas se esfuman
infligidas por las sombras del trajín.

   El fortín se doblega frágilmente,
endilgado por la fuerza taxativa,
va menguando el pulso y la energía;
la natura va quemando sus reservas.

   El alma va sangrando su impotencia,
drenan los supiros frígidos lamentos,
sólo sobra la ansiedad reminiscente
de las trémulas noches misteriosas.

   Sopla la llama incandescente
musicales vientos que endulza el marasmo,
prodigando sutiles fuentes de emociones
que abriga con piedad el desconsuelo.

   Se evaporan las barreras que escudaban
cándidos suspiros de lágrimas vivientes,
lavan las mejillas cual fuertes vendavales
calmando la ansiedad que nos martirizaban.

   Anidó el tiempo en las mejillas,
extendiendo sus ramales iracundos,
intentando extenuar el magnetismo
de un corazón que vibra estoicamente.

   El inconsciente replica tal afrenta,
condena que osa infligir
reponiendo con fe el desaliento
logrando gravitar la inflexión.

   El remolino es insólito presagio
al lograr un torbellino de virtudes,
engalana un manantial de esperanza
y el canto se ampara en el efugio.-

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