sábado, 10 de diciembre de 2011

"VERSOS POR ESPIGAR": Gravitación. Torbellino. Premonición, de Javier CALDERÓN ÁVILA.

                   GRAVITACIÓN

   El gélido rocío cala el fondo del alma
cercenando a cada instante el hálito viviente,
generando lúcidos recuerdos en la senda recorrida
avivando el letargo displicente de la mente adormecida.

   Son vivencias que afloran con la celeridad de un rayo
brotando sutilmente con la pasión de un vendaval ardiente,
osando apoderarse del panel de la mística consciencia
desviando el destino de la sierpe furibunda.

   Por error e inconsciencia abordé un barco a la deriva
navegando en mares solitarios de sombras inflexivas,
asfixiando impunemente el reflejo del lucero matutino
eclipsando magramente el cielo azul de la existencia.

   A medida que los años trotan en la adversidad del tiempo
ciegamente me aferro con audacia a mi pasado,
acatando los mandatos y designios con bonanza y equilibrio
al final de la jornada /la modestia brillará con lucidez.

   Hoy más que nunca comprendo con clara convicción
que el hombre tiene un destino señalado,
nadie escapa a esta norma sacrosanta y divina
sólo queda resignarse y aceptar la decisión.

   Con irónico sarcasmo evoco actos de pueril ingenuidad
errores que invadieron la inocente y nóvel juventud,
dejando en la conciencia huellas de delirio y lasitud
acciones que medran y taladran con lírica quietud.

   La modestia y el acervo es herencia paternal
a quienes le dedico mi esfuerzo con humilde gratitud,
el delirio del pasado de frondosas experiencias
a la digna y santa memoria ancestral.

   Sumido en la gravitación de hondas reflexiones
dubitando pensamientos extraídos del ayer,
enriquece el bagaje de la mente adormecida
refrescando airosamente genuinas sensaciones.           

    TORBELLINO

   Centella irascible
de voraz soberbia,
impía e indomable
de inclemente faz.

   Vahídos agobiantes
álgida vida de ilusión,
famélicos gritos de exemia,
rayos que se truncan de eversión.

   Encumbran de impotencia
segregación estoica,
nubes pinceladas  de bruma,
debilidad tenue y procaz.

   Explosión ascendente
resignación convicta,
saetas que amenazan
liberar su esencia real.

   Suspiros vagabundos
lamentos de sirenas,
quebrantos inmanentes,
arrullos de melancolía.

   Semillas fecundantes
germen del destino,
torrentes de savia
que a la fronda irriga.

   Aureola naciente,
rayos lujuriosos,
ostentación ferviente
emblema de furor.

   El alma se relaja,
dulía de amor,
espectro matutino
rebosante de fragor.

   La soledad se enciende,
la tristeza reverbera,
el alma se congela
culminando la evasión.

   Camino pasajero,
amalgama de semblanzas,
luces que tropiezan
cual enjambre de lisonjas.

        PREMONICIÓN

   Cómo nos trata la vida,
cómo se ensaña el destino;
nos condena y nos margina
en el indolente mundo terrenal.

   Huir del fango estrepitoso intento,
que discurre con delirio al abismo,
premuniendo que crece la reyerta,
perpetrando la vehemencia y el furor.

   Prenderá el alma sus redes visionarias,
frenéticas lides de emociones celestiales,
enfoque de los faros en la oscura bruma,
génesis fluida de la nítida alborada.

   Evocación de místicas visiones,
emanación de furibundos retos,
nacimiento de cándidos misterios,
la ínclita gloria fijará el sendero.

   No hay vías ascendentes,
sólo trochas que guían horizontes,
hay rasgos de claridad vidente,
germen de luz energizante.

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