jueves, 26 de julio de 2012

VÍSPERA DEL DÍA PATRIO: 27 DE JULIO. BLASÓN.

VÍSPERA DEL DÍA PATRIO: Es el momento de blasonar, hacer ostentación de lo que es o tiene Trujillo. Ponemos las evocaciones de dos de sus hijos que lo
ven a su manera, en determinado tiempo, destacándose la crítica puntual al estilo de Quevedo por parte del BLASÓN

Elia Álvarez del Villar y Francisco Pereda Calderón


(Andante Señorial)
             ¡Es Trujillo
             Verde y Amarillo!

La ciudad de todos los que van al trote:
¡Estete y Almagro, Pizarro y Quijote!
            Pueblo de inmigrantes.
            de los estudiantes,
            de los comerciantes
            y los mendicantes…

            ¡Es Trujillo
esmeralda verde, blasón amarillo!

            ¡Qué guapas matronas
            van llegando a viejas
            detrás de las rejas
            de limpias y claras casonas!
¡Rejas que son sueños dormidos
            de los reyes
            y virreyes
            fenecidos!
¡Casonas donde los marqueses,
            Los conquistadores
            y libertadores
            doscientas mil veces,
            por doscientos besos,
            se quedaron presos!

            ¡Es Trujillo
penitencia verde, fervor amarillo!

¡Cuenten sus iglesias… Una, dos y tres.
¡Cuéntelas si quieren… Ocho, nueve y diez.
“San Francisco”, incienso Carmelo,
la parroquia vieja de mi viejo abuelo.
“San Lorenzo”, pobre como yo soy pobre,
donde oigo mi misa sin pagar un cobre.
“Santa Ana”, olvidada por los terremotos
y por los devotos.
“Santa Clara”, limpia monjita,
siempre solitita.
“El Carmen”, retablos barrocos.
“Catedral”, monaguillos locos.
“La Merced”, sin los mercedarios.
Y “Santo Domingo”, con sus novenarios.
Y “San Agustín”,
con sus frailecitos, los de Serafín
Y “Belén”,
caminando a Lima y diciendo amén.
            Una, dos y tres…
            Ocho, nueve y diez…

            ¡Es Trujillo
            caña verde, valle amarillo!

En el “Ingenio” de Cartavio
            (sin agravio)
En Casa Grande y en Laredo
            (ya da miedo),
como en Chiclín y Chiquitoy
            (en convoy),
El oro dulce se fabrica,
            en costales
            por quinta
            en costales
  por quintales
se va a New York o a Martinica.

            ¡Es Trujillo
Un mar verde, puerto amarillo!
Puerto Huanchaco, ¡marinero
sin zapatos y sin sombrero,
            que en tiempos mejores
            de mejores leyes,
recibía Obispos, Virreyes
            y Libertadores.
Buenos Aires, ¡proletario!
No vale porque es balneario.
¡Vale por Morillas, por ese cebiche
que compite con los cuyes de Mansiche!
            Moche, ¡mitimae!
            De día o de noche,
            se resbala o cae
Quien bebe la jora de Moche…
¡Que Dios a todos nos asista!
            Pero hay que ir a Moche,
            de día o de noche,
  para ser compadre,
            para ser comadre,
  para ser turista…

¡Albricias, albricias
para las Delicias,
medallón de espuma, medallón de gracia’
humaca de la aristocracia!

            ¡Y una sonrisa a la Garita
            de Salaverry, que suspira,
            que espía y me mira,
            un poco bonita
            un poco altanera,
  un poco espera,
            como señorita!
¡Una esperanza a la Garita
de Salaverry, Puerto abierto
que todavía no se ha muerto!
            Verde y amarillo,
            ¡Viva mi Trujillo!

EL OTRO LADO DE BLASÓN
(Largo…de aquí)
¡Verde y amarillo, semáforos de Trujillo!
Señorial ciudad de Virreyes,
fundada por un pastor de cerdos y bueyes.
Este es Trujillo, ciudad de flores y de olores.

Perla que brotas del arenal
como lágrima de un triste animal
que pasta en su verde dejando su amarillo
ya sin brillo.

Ciudad de alcurnia y abolengo,
tres haciendas es todo lo que tengo,
ciudad de inmigrantes, indios y mestizos,
de italianos, chinos y cochinos.
¡Verde y amarillo, semáforos de Trujillo!

Tienes iglesias que dan vida a cada esquina,
Santa Ana, donde te veo con la fulana
después de la misa de las seis de la mañana.
San Francisco, copia y sucursal de España,
donde el catecismo se da con mucha maña,
el bingo y la kermesse, una vez al mes.
Santa Clara, abierta tarde y mañana,
que con tus cánticos y rezos
alegras a los enamorados con sus besos
cuando se transportan al Nirvana.
El Carmen, donde las señoras se reúnen por la mañana
a rezar su misa cotidiana,
de las limosnas, el altar y la campana
mejor hablamos la próxima semana.
San Lorenzo, ¡Uy! Qué incienso en la misa dominical derrama,
Patrona y consejera de la calle Ayacucho
del olor a anticucho,
no serás como Notre Dame
pero das para comprar el pan.

San Agustín, donde se toca hasta el violín,
se canta y en voz alta se lee,
no permitas que en tu puerta cualquier perro se mee.
¡Oh! Catedral Metropolitana
donde ya se entra sin sotana
ya no es como antaño
cuando el Arzobispo, Don Alayo, Landauro y Juan Quiroz
en los bautizos se trataban de tú y vos.
Tu atrio es cama de algún borrachín
o de algún orate sin fratres.

¡Verde y amarillo, semáforos de Trujillo!

Trujillo, ciudad de clubes, festivales y desfiles internacionales,
de conciertos y concursos de belleza,
de polvo, basura y pobreza.
El hambre es tu Porvenir y Esperanza
y un Alambre, el pan de cada día.
A la mamá de Cortijo
no le alcanza para la leche de su hijo,
Tus niños necesitan menos golpes y más pecho
y tus padres más educación en lugar de un sermón.

¡Verde y amarillo, semáforos de Trujillo!

De tus cines, ni hablar,
del listín ya sacaron a Chaplín
a Hardy y Laurel, como también a Fernandel,
como dijo el párroco de Monsefú
el cine sólo es, sexo, chinos y F.B.I
balas, karate y kun-fu.
Si existiera, qué diría hoy el Gran Chimú
éste es el Ideal de un Trujillo con Libertad
o una barbaridad.

Tus balcones coloniales contemplan admirados
a tus calles en acción.
Gamarra, qué agitación, otra vez como antes
ya llegan los ambulantes,
relojes de cuarzo, revistas, juguetes y pasteles,
caramelos, turrones y maní confitado,
es para lo que la calle ha quedado.
Los precios de hoy, ayer y el otro día
son mejores que en “Tía”.

Junín y Ayacucho, qué jirones,
de un empujón te quitan los aretes y los calzones,
o en Bolívar en una apretera
te llevan la cartera
o te sacan del brazo tu Omega o Longines
cuando menos te imagines.
En Grau y Almagro, dicen que hay un loco
enseñando más de un poco.
Hidalga calle Pizarro, que a la casa de la equidad alberga
y también a la Municipalidad,
en donde se hace un corte a la justicia,
encerrando al parco y soltando al narco
como decían Sócrates, Aristóteles y Platón,
la ley griega no es para perro, gato ni ratón.
Pasaje San Agustín, tus vecinos se acuestan y levantan
oliendo el orín de los que salen de las cantinas y “El Tabarín”,
o de los cargadores del Mercado Central
que hacen de tu calle un basural.

¡Verde y amarillo, semáforos de Trujillo!

El Pacífico a tus playas baña.
Buenos Aires, a donde chicos y chicas van a toda caña,
en convertible y a todo volumen el rock and roll,
van a jugar la bola, y tomar Inka Kola
o tal vez un “Jaibol”
en pleno sol.
Y los precios de Morillas… te sacan de tus casillas,
además, el cebiche es mejor en Mansiche.
Huanchaco, balneario de alegre y de suave brillar,
tus aguas vieron a Chan-Chan florear
y al Deán Saavedra en sus rodillas caminar.
Los Piminchumo se están haciendo humo,
prefieren la lancha motora
que al caballito de totora.
¡Albricias, Albricias, se sale las Delicias!
Viene arrastrando camarón, cangrejo y langostas,
se lleva casas grandes, chicas y angostas,
el viento y la marea corren a la gente que se asolea.
Salaverry, gran puerto de faro y espigón,
Tus bravas olas a Ionel Arroyo se llevaron
y las dos mujeres con el susto se quedaron.
Por tus aguas han pasado, barcos grandes y galeones,
“El Bolognesi” y hasta “El Hope”.

Alguien dijo anoche
que en la campiña de Moche
se hacen milagros en el día y en la noche,
pues dicen que doña Meche
puede convertir el agua en leche.

Laredo, cooperativa azucarera del Perú, número uno,
por ti tomamos un dulce desayuno,
tu azúcar llega al Rímac y Surquillo
y hasta llena del “Tío Sam” su bolsillo,
está en Londres y París, en México y Madrid,
en Durango, Tulsa y Sonora,
¡Vaya hombre en buena hora, esto es “Made in Trujillo”,
Esto me da mala espina
dijo el chino de la esquina, esto mal me huele,
dejar a Trujillo con colas y endulzando con chancaca…
ESO NO SE PUELE!

¡VERDE Y AMARILLO, ESTE TAMBIÉN ES MI TRUJILLO!!!.

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