18.05.15 | Archivado en
Religión
- La experiencia de Dios es "aspiración" y "presencia":
La sensación de aspiración es común a las "experiencias de ser" y a las "experiencias de Transcendencia". Ambas sensaciones son dinámicas. (Me sigo refiriendo a las aspiraciones profundas del ser y no a los deseos del yo cerebral o de otras instancias de la persona como son los ideales, proyectos, atracciones, etc.).
La
"aspiración" es una energía, contenida en las realidades
positivas del ser, que impulsa al desarrollo y a la acción.
Se percibe como un impulso a afirmar mis dones personales, a crecer y a
proyectarme en mi entorno.
La
"experiencia de ser" consiste en concienciar mis rasgos
constitutivos y sumergirme en ellos, dejándome
sentir las sensaciones profundas que laten a ese nivel del ser. Es lo que
algunos sicólogos llaman "tiempo de ser", una especie de baño
vital en lo mejor de uno mismo.
La
"experiencia de Transcendencia", sin embargo, se percibe como
una profundización mayor, un sumergirse en el manantial infinito de mis rasgos,
como un acercamiento al origen de mi ser, como una succión desde el centro de
mi vida a lo desconocido, a lo inabarcable y misterioso.
Pero,
sobre todo, lo que caracteriza esta experiencia es la sensación neta de una
Presencia: Un "más que yo" en mí.
Es
frecuente que una "experiencia de ser" desemboque en
una "experiencia de Transcendencia" por ese contraste,
ya descrito, de mi finitud con la Infinitud que intuyo bajo mis rasgos
esenciales. Lo más difícil es sumergirse en lo profundo de la persona, en el
ser, una vez allí es sencillo deslizarse por esa apertura a la Transcendencia
que late en el fondo (1).
Para
facilitar una visión plástica de esas dos experiencias
(del ser y de la Transcendencia) destacaré su parecido con los dos
movimientos vitales de una semilla:
Una
vez sumergida en el entorno adecuado, se producen dos desarrollos: Uno hacia
abajo con el "despliegue de sus raíces" y otro hacia
arriba con la "emergencia y crecimiento de un tallo"
que, llegada la madurez, dará los frutos de su especie.
Esa planta viva depende de sus raíces, pero su desarrollo será hacia fuera y sus frutos serán la expresión de su madurez. Si un árbol tuviera consciencia y sensibilidad podría percibir la tierra como algo inmenso, en suyo seno se pierden sus raíces, y se sentiría inundado por la savia que le llena de vida y le empuja a crecer. La inmensidad del terreno sería la Trascendencia. La savia sería el ser cuyo dinamismo le empuja a crecer, a expandirse y dar fruto.
Un ejemplo: Estos versos pueden expresar plásticamente cómo las aspiraciones desde las "aspiraciones del ser" (lo positivo que late en el fondo) uno desliza hacia esa Presencia, que hace sentir, y nace el diálogo:
Esa planta viva depende de sus raíces, pero su desarrollo será hacia fuera y sus frutos serán la expresión de su madurez. Si un árbol tuviera consciencia y sensibilidad podría percibir la tierra como algo inmenso, en suyo seno se pierden sus raíces, y se sentiría inundado por la savia que le llena de vida y le empuja a crecer. La inmensidad del terreno sería la Trascendencia. La savia sería el ser cuyo dinamismo le empuja a crecer, a expandirse y dar fruto.
Un ejemplo: Estos versos pueden expresar plásticamente cómo las aspiraciones desde las "aspiraciones del ser" (lo positivo que late en el fondo) uno desliza hacia esa Presencia, que hace sentir, y nace el diálogo:
De Rodillas
De rodillas a Ti vengo
herido de adoración.
De mi barro redimido
mana luz de admiración.
Inmensidad
Plenitud
Grandeza
Te llama mi ser pequeño
borracho de esta pasión
de búsquedas y de encuentros
latiendo en el corazón.
Cuidado
Amor
Providencia
Sólo a ciegas te persigo
urgido de esta atracción
que siento mueve mi alma
sin saber por qué razón.
PAZ
TERNURA
BELLEZA
Desde niño me miraste
yo no sé por qué, mi Amor,
me cogiste y me abrazaste,
endulzaste mi dolor.
Te convertiste en mi Padree
bajaste a mi cascarón.
Mi orfandad quedó habitada
de tu dulce posesión.
/Mi Dios, mi Padre, mi Todo!
Yo te adoro con fervor.
Te doy mi barquita chica,
navega mi corazón.
De rodillas a tu vera
me siento henchido de sol.
Cuanto más mi cabeza inclino,
más me invade tu esplendor.
/Ven Amor, Amor, Amor!
Que se evapora el alma
fundida en tu adoración.
De "Versos para Orar"
(1)
El organismo de formación PRH (Personalidad y Relaciones Humanas) imparte el
curso "Camino del ser... Camino de Dios", cuyo título
ya sugiere la estrecha relación entre ser y Transcendencia.
Persia es una región histórica de Oriente Medio, al este de Mesopotamia, hoy día Irán. |
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