(SEGUNDA FUENTE DE INSPIRACIÓN)
SERGE KUSSEVITSKY (1874-1951)
Director y compositor Norte Americano de origen ruso, comenzó su carrera
como contrabajo solista. Tras dirigir las orquestas Filarmónica de Boston y
Sinfónica de Londres, fundó su propia orquesta y una editorial radicada en
Rusia que publicó obras de Prokofiev, Scriabin, Rachmaninov y Stravinsky. Después
de la Revolución se trasladó a Boston, dirigiendo obras de Barber, Copland y
Harris, encargando también obras a Ravel, Stravinsky y Hindemith. Fundó el
Berkshire Music Centre en Tanglewood, contando con Berstein entre sus
alumnos. En 1942 también creó, en memoria de su esposa, la Fundación Musical
Kussevitsky, con el objetivo de patrocinar la creación musical.
Obras: Peter Grimes, de Britten; Concierto para Orquesta de
Bartok; Sinfonía de los Salmos, de Stravinsky; Orquestación para Cuadros
de una Exposición y Concierto para Piano en Sol mayor, de Ravel; Segunda y
Cuarta Sinfonías de Prokofiev; Sinfonía N. 2 de Hanson; Konzertmusik de
Hindemith; obras de Copland, Barber, Rousel, Gershwin y William Schumann.
MADAME NADEZHDA VON MECK (1831-1894)
Esta millonaria viuda, frígida desde la muerte de su marido, sirvió de
inagotable fuente de inspiración para un Tchaikovsky cada vez más frustrado a
medida que se daba cuenta de las repercusiones de su homosexualidad. El interés
de Meck por el compositor nació a raíz de La Tempestad y duró catorce años.
La relación se mantuvo por carta, evitando todo contacto personal. Se
encontraron de manera fortuita dos
veces, pero no se hablaron.
El origen de su relación yace en la repulsión hacia el mantenimiento de
relaciones heterosexuales. Meck escribió: “Hay muchas, muchísimas cosas de las
que me gustaria escribir acerca de mi relación imaginaria con usted, pero temo
inmiscuirme en su tan escaso tiempo. Sólo diré que esta relación, aunque
abstracta, es tan preciosa para mí como el más sublime de los sentimientos que
la naturaleza humana pueda experimentar”. Meck encargó la Cuarta Sinfonía, la
obertura Francesca da Rimini y Eugene
Onegin.
PAUL SACHER (N. 1906)
Director suizo, fundó la Orquesta Sinfónica de Basilea en 1926,
ofreciendo desde 1941 las primeras interpretaciones de muchas de las obras
maestras de este siglo, como Metamorphosen de Strauss, Música para
cuerdas, percusión y celesta de Bartok y el Concierto en Re de Stravinsky.
En 1933 fundó la Schola Cantorum Basilensis, institución dedicada a investigar
la música antigua y su interpretación. Otros encargos: sinfonías de Honegger y
obras de Hindemith, Birtwistle, Tippett y Henze.
FAMILIA ESTERHÁZY (1670-1790)
Familia de la nobleza húngara, célebre por su mecenazgo musical. Josph
Haydn sirvió en la corte de cuatro de sus príncipes, y muchas de sus 104 sinfonías
fueron encargadas por el príncipe Nikolaus, para quien Haydn trabajó durante
casi 30 años. También encargó a Haydn seis misas y una a Beethoven.
SERGEI DIAGHILEV (1872-1929)
Empresario teatral ruso, cambió el concepto de la representación y de
las artes visuales. Sus Ballets Rousses aparecieron por primera vez en París en
1909, y durante su existencia Diaghilev encargó decorados a Picasso y Matisse,
y formó a coreógrafos como Nijinsky y Ballanchine. Además de lo anterior,
encargó aplaudidos ballets de Stravinsky y Prokofiev, Daphnis et Chloé de
Ravel, Les Biches de Poulenc, Parade de Satie y Jeux, de
Debussy.
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