BACO, - o su equivalente griego, Dionisos- es el protagonista de los
mitos más pintorescos, y sinónimo de orgías y otros jolgorios etílicos. El dios
del vino, la alegría y los poderes de la naturaleza, podía hacer que las
plantas crecieran y que hombres y bestias se reproducen. En sus ceremonias las
adoradoras comían jabalíes vivo cuando entraban en trance, y el dios infligía
temibles castigos a los que eran incapaces de divertirse. Estos excesos
salvajes resultaron muy del gusto de románticos como Berlioz y Liszt,
inspiraron también Baco y Ariadna, de Roussel, la sinfonía Coral
de Holst, Baco es nuestro poder divino, de Purcell, y Canto Báquico,
de Glazunov.
ORFEO
Varias obras se han centrado en la figura de Orfeo y su lira, pero Orfeo
en los infiernos es el episodio que ha fascinado a muchos compositores de ópera,
Monteverdi, Gluck y Charpentier incluidos. Cuenta la historia de Orfeo, al que
se le permitió bajar al Hades para devolver a la tierra a su amada muerta, Eurídice,
con la condición de no mirar hacia atrás. Offenbach convirtió la tragedia en
una opereta satírica.
APOLO
El dios -Sol Greco-Romano aparece en varias óperas, incluyendo algunas
famosas de Lully y Gluck, pero el mito más pintoresco sobre Apolo está mejor
descrito en Apolo y Jacinto, de Mozart.
Otras obras inspiradas en Apolo: Muerte en Venecia, de Britten, Dafne,
de Richard Strauss; Semele, de Haendel, y Apollon musageta, de
Stravinsky.
PROMETEO
Prometeo robó a los dioses el fuego sagrado, y como castigo fue
encadenado a una roca para que unas rapaces infernales le devorasen las entrañas
todos los días. Un héroe romántico que liberó al hombre de su monotonía
terrenal, fue immortalizado por Shelley y expuesto por Parry en Scenes from
Shelley´s Prometeus Unbound (Escenas del “Prometeo desencadenado” de
Shelley). Este personaje también inspiró importantes obras a Beethoven y
Scriabin.
No hay comentarios:
Publicar un comentario