sábado, 10 de agosto de 2013

SEGUNDO ANIVERSARIO DE NUESTRO BLOG (JUEVES, 15)

   A partir de entonces, nos encaminamos al tercer año, gracias a su aceptación progresiva y con una nota específica, la de abordar los temas de las Paraliturgias, que han sido las más leídas.

   Bueno es señalar algunos datos por interés general que le dan consistencia a nuestros propósitos:
Agosto, 2012: 557 páginas vistas. Setiembre: 462. Octubre: 492. Noviembre: 462. Diciembre: 522. 
Enero, 2013: 565. Febrero: 452. Marzo: 616. Abril: 693. Mayo: 1187. Junio: 877 y Julio: 1029. 

   En cuanto al público:
Perú: 5586. Rusia: 1596. Alemania: 1367. Estados Unidos: 1163. México: 439. España: 402. Argentina: 216. Bélgica: 213. Colombia: 208 y Francia: 99. Con un historial completo de 13.156, a la fecha.

   Tócanos, pues, robustecer esta empresa de difusión de las palabras de nuestros antecesores, puntos de apoyo para nuestro tiempo.  Y lo hacemos con la Palabra, según Neruda.

LA PALABRA
Un poema en prosa por un maestro del lenguaje.
Un extracto de sus memorias Confieso que he vivido
Por Pablo Neruda.

…Todo lo que usted quiera, sí señor, pero son
las palabras las que cantan, las que suben y
bajan… Me prosterno ante ellas… Las amo,
las adhiero, las persigo, las muerdo, las
derrito… Amo tanto las palabras… Las
inesperadas… Las que glotonamente se esperan, se
acechan, hasta que de pronto caen… Vocablos amados…
Brillan como piedras de colores, saltan como platinados
peces, son espuma, hilo, metal, rocío… Persigo algunas
palabras… Son tan hermosas que las quiero poner
todas en mi poema… Las agarro al vuelo, cuando
van zumbando, y las atrapo, las limpio, las pelo, me
preparo frente al plato, las siento cristalinas,
vibrantes, ebúrneas, vegetales, aceitosas, como frutas,
como algas, como ágatas, como aceitunas… Y entonces
las revuelvo, las agito, me las bebo, me las zampo,
las trituro, las emperejilo, la liberto… Las dejo
como estalactitas en mi poema, como pedacitos de
madera bruñida, como carbón, como restos de
naufragio, regalos de la ola… Todo está en la
palabra… Una idea entera se cambia porque una
palabra se trasladó de sitio, o porque otra se sentó
como una reinita adentro de una frase que no la
esperaba y que le obedeció… Tienen sombra,
transparencia, peso, plumas, pelos, tienen de todo lo
que se les fue agregando de tanto rodar por el río,
de tanto transmigrar de patria, de tanto ser raíces…
Son antiquísimas y recientísimas… Viven en el féretro
escondido y en la flor apenas comenzada… Qué buen
idioma el mío, qué buena lengua heredamos de los
conquistadores torvos… Éstos andaban a zancadas por
las tremendas cordilleras, por las Américas encrespadas,
buscando patatas, butifarras, frijolitos, tabaco negro,
oro, maíz, huevos fritos, con aquel apetito voraz
que nunca más se ha visto en el mundo…
Todo se lo tragaban, con religiones, pirámides,
tribus, idolatrías iguales a las que ellos traían en sus
grandes bolsas… Por donde pasaban quedaba
arrasada la tierra… Pero a los bárbaros se les caían
de las botas, de las barbas, de los yelmos,
de las herraduras, como piedrecitas, las palabras
luminosas que se quedaron aquí resplandecientes…
el idioma. Salimos perdiendo… Salimos ganando…
Se llevaron el oro y nos dejaron el oro…
Se lo llevaron todo y nos dejaron todo…
Nos dejaron las palabras.

Nota biográfica. El escritor chileno Pablo Neruda (1904-1973), cuyo verdadero nombre era Neftalí Ricardo Reyes, está considerado como uno de los más grandes poetas de la lengua española. Neruda desempeñó misiones diplomáticas en el Sudeste asiático, en Europa y en Iberoamérica. En 1971 le fue concedido el premio Nobel de Literatura.

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