EL VIBRÁFONO
es un instrumento de láminas de metal suspendidas horizontalmente como las
teclas del piano y, debajo de ellas, unos tubos verticales que amplían el
sonido como el de un órgano. Sin duda alguna, el rey de este instrumento es
Lionel Hampton, que tocaba la batería y el piano, necesarios para el dominio de
este instrumento. Con gran personalidad y un sentido rítmico impresionante,
mantenía al público totalmente atento con su vitalidad, en algunos casos un poco
alocada. Estas son algunas de sus cualidades.
Lionel
Hampton nació el 12 de abril de 1913, en Louisville (Kentucky). A caballo entre Alabama y Chicago, es educado
por las monjas dominicas en la St. Elizabeth High School, donde inicia el
estudio de la batería; después de unos años, empieza tocando en los pequeños
clubes de los alrededores, continuando sus estudios, hacia 1928, en la
universidad del sur de California, en Los Ángeles, siendo el piano y la batería
sus principales asignaturas.
En 1930, inicia sus primeras grabaciones,
participando también como batería en la orquesta de Le Hite, colaboradora de
Louis Armstrong en New Cotton Club, éste es el momento crucial en la vida de
Hampton ya que, por sugerencia de Armstrong, es la primera vez que un vifráfono
participa en un combo de Jazz. Esto significó el lanzamiento para el
instrumento y para el propio Lionel Hampton. A partir de ese momento y ya en
solitario, empieza a tocar sin parar, iniciando triunfo tras triunfo, su época
dorada. En 1936, es contratado por la orquesta de Benny Goodman, junto a Teddy
Wilson y Gene Krupa.
Seguidamente grabará para RCA (1941) un
sinfín de títulos con los más grandes del Jazz: Basie, Ellington, Goodman,
Benny Carter, Johnny Hodges, Dexter Gordon, Johnny Griffin, Webster y Dinah
Washington. Trabajó por los festivales del mundo haciendo las delicias de muchos.
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