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viernes, 25 de enero de 2013
LAS TRES MEJORES CANTANTES DE JAZZ DE LA HISTORIA
DURANTE los años cuarenta tuvimos el privilegio de escuchar las mejores voces de música de Jazz; Ella Fitzgerald, Billie Holiday y Sara Vaughan, todas ellas tuvieron una vida muy intensa, formando parte de la leyenda histórica.
“A partir del 44, Ella Fitzgerald inicia una de sus etapas más brillantes, compartiendo escenario con los mejores y más sobresalientes de la época, Louis Armstrong, Louis Jordan o Dizzy Gillespie, con quien desarrolló el Be-Bop en plena gira de 1946”.
Ella Fitzgerald fue una mujer que mantuvo siempre una simpatía y alegría en el arte de la escena. Su vida personal fue tranquila y relajada, todo lo contrario de que Billie Holiday, víctima de la sociedad americana de aquellos años presa de las drogas, el alcohol y la prostitución. Como Fast Waller decía: “En el Jazz no tiene tanta importancia el qué, sino el cómo”. Tenía una intuición especial al interpretar sus canciones, gran sencillez con su fraseo y vibrato muy expresivo.
Quizá la más completa fue Sarah Vaughan, la “Divina”. Su gran técnica y gusto al cantar fueron sus principales virtudes. Contaba con muchos seguidores por su gran belleza y elegancia.
Ella Fitzgerald
Nace el 25 de abril de 1918 en el seno de una acomodada familia de Newport News (Virginia), pero pronto se traslada a Nueva Jersey y en 1934 es descubierta en el teatro Apollo de Nueva York en el célebre “Amateur Night Show”, llevándose el primer premio. A partir de esa fecha, Fitzgerald comienza a formar parte de la banda de Chick Webb; grabaciones como A ticket A Tasked o Rock it for me reconfirman su éxito, considerándola en 1938 “First Lady of Song”.
Cuando Webb muere en 1939, Ella asume la dirección de la banda durante ttres años. A partir del 44, inicia una de sus etapas más brillantes, compartiendo escenario con los mejores y más sobresalientes de la época, Louis Armstrong, Louis Jordan o Dizzy Gillespie, con quien desarrolló el Be-Bop en plena gira de 1946. Después, entre 1949 y 1953, entró en la orquesta del empresario Norman Granz “JATP” (Jazz at the Philharmonic), con Oscar Peterson, recorriendo el mundo entero con un rotundo éxito.
A su vuelta en 1956, firma contrato con la compañía VERVE, grabando con la Big-band más importante del momento y dirigidas por los maestros Duke Ellington o Count Basie.
Las giras no paraban, los festivales iban uno detás de otro… La embajadora del jazz, con esa voz tan especial, estaba presente en todo el mundo (Japón, Europa, América…) pero su salud a mediados de los sesenta-setenta empieza a decaer y, poco a poco, la vida implacable va trazando su camino, ese camino que para siempre quedará marcado. Ella Fitzgerald muere el 15 de junio de 1996.
Sarah Voughan
Nace el 27 de marzo de 1924 en Newark (Nueva Jersey). Desde muy pequeña empezó estudiando piano y canto, al igual que Ella Fitzgerald, pero 9 años después. En 1943, se presentó al famoso concurso de noveles en el teatro Apolo de Harlem, donde ganó el primer premio, desde allí, con el apoyo de Ella Fitzgerald, inicia su carrera. Las cosas empiezan muy bien para Sarah, siendo contratada por Earl Hines para su orquesta como cantante y segunda pianista, y teniendo como compañeros a Parker y Gillespie; con tan sólo diecinueve años se estaba codeando con los mejores.
De la mano de su amigo Dizzy, iniciaría sus primeras grabaciones; A night in Tunisia, Lover man, junto a Bud Powell, Kenny Clarke y Teddy Wilson. En 1947 consigue uno de sus mayores éxitos con It´s Magic. Una carrera imparable, los contratos llegaban y llegaban: discos, radio, televisión, los grandes teatros… realmente se estaba creando una estrella.
A partir de ese momento participó en numerosas grabaciones junto a los músicos más sobresalientes, resultando la lista interminable… Quincy Jones, Jimmy Jones, Count Basie, Ernie Wilkins, Cannonball Adderly, Benny Carter, Joe Pass, Oscar Peterson, etc.
Lamentablemente un cáncer de pulmón frena su vida el 4 de abril de 1990, y “La Divina” muere en Los Ángeles, pero su dulzura y gran técnica permanece con nosotros.
Billie Eleonora Holiday
Nació el 7 de abril de 1915 en Baltimore (Maryland). Cuando contaba tan sólo con 6 años de edad fue abandonada por su padre, Clarence Holiday (guitarrista en la orquesta de Fletcher Henderson). Se trasladó a vivir junto a su madre a Nueva York, donde intentó trabajar como bailarina, pero en 1930, según la leyenda, llegó su golpe de suerte en una prueba de canto donde, con el tema Body and Soul, dejó fascinado a todo el público.
Inmediatamente después iniciará una de sus mejores etapas con las orquestas de Count Basie, Duke Ellington y Fletcher Henderson, obteniendo gran éxito con temas como Strange Fruit, Mean to me, The man I love y Lover man, que estarán con nosotros para siempre.
Debido a su dependencia hacia las drogas su vida personal sufrió otro bache cuando, en 1947, fue arrestada por posesión de estupefacientes. Un contrato en exclusiva con Norman Granz reconducirá su carrera profesional; su primera gira europea en 1954 supuso el reconocimiento como gran estrella, pero a su vuelta a los Estados Unidos los problemas con la policía empezaron a ser constantes.
En la última etapa de su vida, a pesar de tener la voz muy deteriorada, Billie mantuvo esa manera de cantar tan característica, emocionando, como siempre, en todos los locales.
Falleció en Nueva York, el 15 de julio de 1959, escasas semanas después de su leal amigo Lester Young. Su vida, sin duda alguna, fue un claro determinante en su música, lo que hizo de su voz una leyenda.
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