Esta versión original (en arameo) del Padrenuestro, al leerse detenidamente, otorga un largo vértigo espiritual. Tiene la fuerza que cada frase es una teoría (theoros, teo = Dios, ria = visión, visión de Dios).
Buscamos que dé lugar a consideraciones (con-siderare, con el espacio sideral o pensar con las estrellas). Se dice que es la traducción más cercana a la versión que recitó JESÚS.
OH, Tú, el soplo, la luz de todo:
permite que esta luz cree un altar
dentro del corazón.
Y que tu consejo gobierne
hasta que la unidad guíe a todos.
Tu único deseo actúa entonces con el nuestro,
así como en la luz,
así como en las formas.
Danos nuestras necesidades
de cada día en pan y en visión
interior.
Afloja las amarras de los errores
que nos atan.
Así como nosotros soltamos
las cuerdas que sujetamos
de los errores de otros.
No dejes que las cosas superficiales
nos engañen.
Y manténnos libres de actos
inmaduros.
A Tí pertenece la mente soberana,
la vida que puede actuar y hacer
el canto que lo embellece todo.
De era en era se renueva.
En fe me comprometo a entrar
en la verdad.
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