Oh Dios misericordioso,
sé ahora para mí
poderosa protección,
humildemente te imploro.
Dame gracia para esperar
tu paz y soportar
con paciencia lo que
me envíes, sin dudar
ni desconfiar de tu bondad
para conmigo;
pues Tú sabes lo que es bueno
para mí mejor que yo.
Así pues, haz conmigo
lo que quieras en todas
las cosas; pero ármame,
te imploro, con tu armadura,
para que pueda permanecer
firme, por encima de todo,
tomando el escudo de la fe;
rezando siempre
para poder remitirme
a tu voluntad, atendiéndome
a lo que te place,
y consolándome
en las tribulaciones
que quieras enviarme,
viendo que son provechosas
para mí. Estoy firmemente
persuadida de que todo
lo que Tú haces
no puede ser sino el bien.
A Ti todo honor y toda gloria.
Amén.
- Lady Jane GREY, (la víspera de su
ejecución)
No hay comentarios:
Publicar un comentario