martes, 7 de agosto de 2012

"LA PRESENCIA DE DOÑA MARÍA JULIA": PURO AMOR.


REFLEXIONES ÍNTIMAS:
                                                        UN NUEVO día amanece. Elevemos en silencio una oración para que el dolor restañe y nos lleve a una resignación que se convierta en alado y puro amor.

   Amor que no se tuvo nunca en plenitud de dúo; sólo en sí sentido y en sí vivido; llevado con optimismo en la distancia, como requiere un infinito y puro amor.

   Amor nunca alcanzado, que quizá por eso fue mejor. Así, no hubo ni asomó hastío que lo marchite, ni huracán que lo destruya, manteniéndose como puro amor.

   Amor vislumbrado en la ruta; adherido en la vida, pero siempre esquivo.    Aunque pasó como fugaz luciérnaga, fue destello suficiente para iluminar el camino y aligerar el camino y aligerar la senda. Lejana, muy lejana su ráfaga, sigue siendo luz, puro amor.

Amor, que diste mucho y no pediste nada. Silente el corazón llevó su carga, tranquilo depositó el tesoro en una fuente de dulzura cristalina, tenue y suave, convertida en lumbre de puro amor.

   Amor, naces espontáneo, libre, bello como la libertad. Qué hermoso sería si el dolor no cruzara tu vera. Es mejor. Así se purifica el corazón que se hace crisol para guardarte. Y sin tenerte nunca, serás siempre tesoro custodiado por la fe que dice: eres y serás siempre caro y puro amor.

   Amor que se desliza en canto tierno, dulce, muchas veces nostálgico. Mas, siempre alegre o triste, nos das un instante de felicidad. Amor, que sabe de sonrisa y llanto oculto, así eres tú, ¡Oh, puro amor!

-- María Julia LUNA TIRADO.

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