La tierra que
más amo
es un
lugarcito
allí arriba,
a más de 3 300 msnm.
en la cima.
La tierra que
más amo
es un
pedacito cálido
de tierra, y
un cielo infinito
donde se
siembra
miles de
sueños
y se cosechan
alforjas llenas.
La tierra que
más amo,
la amo como a
mí mismo.
Es un lugar
florido. Bellísimo.
La tierra que
más amo,
es San
Salvador, San Francisco…
y cada
poblador
que es un
santo.
La tierra que
más amo
es la que vio
mi desnudez
por completo,
y no me avergüenzo.
La tierra que
más amo
es un lugar
curvado,
aplanado por
las pisadas
de don
Octavio,
por los
arados y las trillas
de don Amado;
por las
enseñanzas
de don Nilo.
A esa tierra,
también
lo ama el
citadino,
también lo
ama Dios,
desde arriba.
La tierra que
más amo,
¡Cómo la
amo!...
Me duele
amarla tanto
a lo lejos.
La estoy
añorando.
La tierra que
más amo,
dio buenos
frutos:
agricultores,
maestros,
poetas…
hombres cultos,
regados por todos lados,
amando por
igual a esta tierra.
La tierra que
más amo,
es esa.
Como esta tierra
no hay…
Por eso
habrás escuchado:
“COMO CHUGAY,
NO HAY”.
(Chugay, Sánchez Carrión.
Antropología social)
No hay comentarios:
Publicar un comentario