lunes, 18 de noviembre de 2013

REGALO DE DIOS: DOMINGOS / Rubén DARÍO


Sol de domingo, sé bueno siempre para los niños, para los viejos.

Eres el que hace reír las casas y los árboles como con un brillo inusitado;
el que saca a los huérfanos de sus habitáculos, en largas filas, a ver la ciudad, a respirar la salud de los jardines y los campos.

Sé suave, de oro puro para ellos; y para las viudas tristes y para los niños pobres.

Sé propicio para los solitarios que piensan a orillas de los lagos, junto a los cisnes, en cosas melancólicas.

Tú eres el hermoso sol, el sol del día del Señor.

Tú estás guardado por el gran joyero que el Príncipe de las cosas tiene en su empíreo, y no sales sino una vez a la semana, cuando ella nace, a vivir su existencia de seis días, y para que salgas a lucir en el puro azul, el Padre sagrado te confía el orfebre más entendido de su reino de arriba; eso te limpia, te pule, te bruñe, como un escudo de oro, y te lanza al espacio a que resplandezcas, sol de domingo… sol de domingo.-


MENSAJE: Aprovechemos el descanso dominical para alimentar el espíritu con hechos felices.

No hay comentarios:

Publicar un comentario