viernes, 21 de octubre de 2011

ANTOLOGÍA, POETAS JÓVENES DE AMÉRICA: Alberto GUILLÉN. CUBA.

SI   ES   POSIBLE....

   Me callaré, Señor.... Irán mis pasos
junto a sus pasos
sin hacerle ruido...

   Me encontraré sus ojos por las calles
y callarán mis ojos...
Si es posible.

   ¡Sólo mi corazón irá a buscarlo!
Se vestirá de niña,
con ramos de verbena,
y jugaré a sus plantas....
Si es posible.

   ¡Oh, Señor, haz que calle!
¡Que muera mi palabra en los sentidos!
Que todo el blanco de mi vida sea
para él, silencio
y alma...
Si es posible.

                    EMILIA BERNAL.


Y  ESTA  ETERNA  NOSTALGIA.

   Y esta eterna nostalgia de las alturas, y este
atalayar eterno de cumbres intocadas
e inaccesibles, ¿cuándo
morirán en el alma?

   ¿Por qué si no podemos volar sueñan un vuelo
las alas ideales que se aferran al suelo
sangrando el vencimiento? Si humana podredumbre
somos, ¿por qué se irisan los ojos con la lumbre
celeste? Si en el viento
ha de perderse el verso como inútil lamento,
¿por qué nace en nosotros el verso? ¿Por qué ansiamos
esa chispa divina que nos prende el ocaso,
si ha de ser en las sombras de la noche que llega
la cineraria flama de su propio fracaso?

   ¡Alma loca que olvidas que la vida es yantar,
olvídate a ti misma y cierra las ventanas
que dan al sol y al mar!

                        JUAN MARINELO.

EL AHOGADO.

   Su sed era inifinita
y él corría gritando:
"El mar... ¿Dónde está el mar?
¡Yo quiero el mar!... ¡Me abraso!"
Al fin, al mar se fue...

   ¡Y el mar lo trajo
a la orilla, dormido entre sus brazos!
Pronto acudió la turba,
y al mirarlo
voceó por todas partes:
"¡Un ahogado!...¡Un ahogado!"
¡Y aquel hombre tenía
secos aún los labios!

                    M. NAVARRO LUNA.

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