CENTAVOS DE BIOGRAFÍA.
IV
Estoy un poco en cada vapor que parte
y en la infinita tristeza de una muchacha de veinte años que murió virgen.
La Aurora cada día, irremisiblemente, iza su estandarte.
Sería romanticismo fotografiarme con un sol en la mano.
Ahora que soy joven
amo a la Aurora no sólo como símbolo.
Haz tu toilete viéndote en mis ojos,
Aurora de duras nalguitas sonrosadas.
V
Sádicamente enloquecido en la alegría
de ser yo todo una bandera de fuego
- como un escapado de los jardines de Nerón-,
no he vivido ni despierto ni dormido;
soy un volatinero en el trapecio del insomnio.
Roja linterna anunciando peligros,
mi corazón cierra de mi sangre todos los caminos.
X
Mi corazón es una plaza de San Marcos de Venecia
donde el mundo,
inundado de mis palomas,
colmados los picos de fuuras simientes,
se retrata en un decoro único,
y en el gran canal de mi Venecia
el cisne del recuerdo
sumergirá su cuello para pescar mi nombre.
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