En los primeros años de Teología ya nos maravillamos por las referencias de esta nación en determinados hechos: José, María y Jesús huyeron a Egipto para librarlo de Herodes.
La historia de otro José que había sido vendido por sus hermanos y fue "ecónomo" del faraón, famoso por sus sueños.
La historia de Moisés quien se críó en ese ambiente faraónico y fuera el caudillo para liberar al pueblo israelita; las diez plagas y la muerte de muchos combatientes al pasar el mar rojo.
A partir de entonces cada uno ha ido informándose a su manera y por vía escrita
Cayó en mis manos un libro titulado Grandes Temas de lo Oculto y lo Insólito. El primer capítulo lo titula, Egipto, tierra de misterios.
La momia de Ramsés II. Aunque han transcurrido más de tres mil años desde la muerte de este faraón, la pericia de los embalsamadores egipcios permite reconocer sus rasgos, que revelan un carácter firme. La cabeza está coronada por escasos cabellos, curiosamente teñidos de rubio.
¿Es el Nilo un viejo canal convertido en río?
Es el único río importante del planeta que corre de sur a norte, con la excepción de los tres ríos siberianos. Forma el Nilo en su desembocadura un delta -con forma de triángulo- que resulta de los aluviones arrastrados por su corriente a lo largo de varios miles de años. Y en la punta inferior de este triángulo se yergue la Gran Pirámide. Pero el Nilo tiene otras características.
La Esfingue de Gizeh, maltratada y mutilada, sigue impasible, resistiéndose a los intentos realizados para conocer su verdadera personalidad. Da la espalda a las pirámides, como queriendo ocultar el secreto milenario de su personalidad ¿Se descubrirá algún día y perderá su nombre el significado de enigma sin solución?
Y las Pirámides, ¿para qué sirven?
Estoy seguro que Manuel ha hecho las preguntas a los guías o las tendrá en reserva para su información oportuna y así enriquecernos. Él ha pisado esos suelos, ha respirado el aire propio, ha transpirado y gastado sus libras egipcias para tener un mejor conocimiento.
Realmente, él sólo me ha informado y yo me estoy permitiendo publicarlo para "hacerle hablar".
Así me dice:
Primo:
El 29 de setiembre regresé de Egipto. Un viaje de "mil y una noche". Egipto es fascinante por su historia y su presente. Los egipcios llegaron a dominar el desierto como los incas dominaron los andes. Los restos arquitectónicos de los templos y palacios son testigos vivientes de la capacidad civilizadora de la cultura egipcia: el templo de Luxor con columnas papiroforme, los grandes obeliscos de Karnak, las pirámides de Sakara, Keops y Gizeh, las hermosas estatuas de los faraones principalmente la de Ramsés, la esfinge de Sahu Ra, las pinturas murales en geroglíficos; sobre todo es sorprendente el templo de Abu Simbel que arquitectos y arqueólogos de todo el mundo, por encargo de la Unesco, han logrado reconstruir en las rocas de Simbel después de haber recuperado pieza por pieza del fondo de las aguas del Nilo. Lo actual completa la visión general de Egipto: Cairo, una ciudad moderna con 15 millones de habitantes, ha conservado su pasado en el barrio de Menfis que también es atractiva por sus pirámides. Los desiertos realmente invitan a una vida mística; esto explica el por qué la vida monástica tiene su origen en Egipto. Impresionante es cómo los gobiernos han logrado modernizar Egipto. Tienen unas autopistas hermosas que no tienen que envidiar a Europa, a pesar de los problemas que trae el desierto con las lluvias de arena. Aquí tiene que aprender el Perú. Impresionante son los oasis verdes llenos de plantaciones frutales, todo logrado gracias a la política de construcción de canales. Lo duro es el clima con una temperatura de 35 y 39 grados. Regresé a la nevera alemana; aquí ya comenzó el otoño con lluvias y bajas temperaturas.-
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