"Nombrar el objeto es suprimir el mayor placer del poema, que es la felicidad de conjeturar poco a poco". Stephane Mallarmé.
PRESENTIMIENTO
Cuando la Sombra trastoque el dintel del sueño eterno
quedará herida y abatida por el puñal de la ironía;
los frios y mustios labios quedarán enmudecidos
para hablarle sólo a la Sombra del Silencio Sempiterno.
El reto a la Sombra será a sangre y fuego,
no habrá esperanza ni ilusión de tregua alguna,
será el ígneo volcán que fugazmente asole el alma
o el insólito vorágine que arrastra toda calma.
Llegará el inicio de una trágica y confusa senda,
doloroso lapso de una franja minada e irascible;
será la ascensión sublime de las luces de alborada
que señalan el camino de las almas redimidas.
El pesar irá menguando con el paso de los años,
quedarán selladas las acciones de mágica quietud:
la mente sumergirse en las ruinas del recuerdo
para despertar jubilosamente en el edén prometido.
Latente quedará el hálto viviente,
flotando en espíritu y magnética añoranza,
comunicándose en esencia con los seres de este mundo,
cual torrente de un río que proviene de altiva vertiente.
Es ilusa la esperanza de todo ser viviente
que augura perdurar en la vida eterna;
navegando para siempre al ritmo de los siglos
como el aire incesante que sopla por igual.-
NOSTALGIA.
Nos estamos quedando solos en la adversidad del tiempo,
ya no brillan las estrellas en el hondo firmamento;
la luz se va opacando en rígidas tinieblas,
sólo el faro luminoso se impone en lontananza.
Súbitamente los patriarcas se marcharon
navegando en bajel de viento hacia la gloria;
moran en esencia en el azul celeste
durmiendo eternamente en su lecho espiritual.
Serán ellos nuestros guías permanentes:
guías fieles y guardianes excelentes,
cual fulgurantes faros que señalen el camino
de quienes transitamos aún hacia el último confín.
En busca de refugio vivimos noche y día
pugnando sutilmente llegar hasta el edén,
y así unirnos nuevamente en el campo sideral
formando en conjunto el coro celestial.
Recordamos con nostalgia las vivencias abstraídas,
épocas en que las flores sonreían con amor;
vestían las praderas corolas encendidas
gozando hoy... los recuerdos del ayer.
Jamás escucharemos sus frases y consejos
promoviendo la vida de hermandad,
palabras que calaban hondamente
y que hoy al recordarlas / lloramos de emoción.
Emprendieron el camino de ultratumba,
aún siguen transitando la vía del perdón;
la pureza de sus almas es exigencia de la vida eterna
hasta que el Divino Ser los llame a su alrededor.-
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