lunes, 21 de diciembre de 2015

HOMBRES DE CIENCIA: Rudolf CLAUSIUS


El siglo XIX se caracterizó por progresos extraordinarios en el campo tanto de las ciencias aplicadas como el de las ciencias puras.  Uno de los principales de tales adelantos, como todos lo sabemos,  fue el perfeccionamiento de máquinas que convierten calor en fuerza mecánica o “trabajo”.

   La invención de la máquina a vapor de agua fue gran paso de adelanto para nuestra civilización.  Pudo el hombre por vez primera, valerse sistemática  y específicamente, de otras fuentes de energía a parte de las otras tradicionales como la energía muscular, la fuerza del viento  y las caídas de agua.

   Según la mayoría de los historiadores en el campo económico, la civilización moderna y europea no habría podido desenvolverse como lo ha hecho si el hombre se hubiera contentado con las máquinas que dependían de esas primitivas fuentes de energía.

   A la “ciencia” del calor y el trabajo, se le conoce con el nombre de  termodinámica. Rudolf Clausius (1822-1888) fue de los más importantes contribuyentes a su desarrollo en el siglo XIX.

   Se consideró y –se considera-  a Clausius como uno de los más notables matemáticos de su época; fue catedrático de Física de la Escuela Real Prusiana de Artillería e Ingeniería de Berlín.

   La teoría sobre cómo el calor impulsa máquinas (motivación de fuerza del calor) está comprendida en dos “leyes”, la primera y segunda leyes de la termodinámica. Refutaron la idea prevaleciente hasta entonces de que cada objeto contiene cierta cantidad de calor en un líquido llamado “calórico” y sentaron el precedente de que calor y energía, o calor y trabajo, son con mucho la misma cosa. El calor es una fuerza dinámica; una fuerza física.

   La primera ley de termodinámica establece que la fuerza mecánica que el calor genera está en relación directa con la cantidad de calor consumida y que cantidades iguales de fuerza mecánica consumen cantidades iguales de calor.

  Clausius enunció la segunda ley de termodinámica. En términos simples sostiene que, aunque el enfriamiento es parte del proceso de intercambio de calor, del enfriamiento no se deriva energía. Del calor es de quien se obtienen energía y trabajo.

   Clausius dijo: “Es imposible que una máquina independiente conduzca calor de un objeto más frío a un objeto más caliente”. Lord Kelvin amplió este concepto diciendo que no es posible derivar trabajo, o resultados mecánicos, enfriando un objeto a un grado menor de la temperatura del más frío de los objetos que le rodean.

   Clausius contribuyó enormemente al desarrollo de la física y la ingeniería termodinámica tal como se conocen hoy en día. En 1865 publicó el primer libro que trataba a la termodinámica como campo individual y separado de estudio.

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