Rapidez
comunicativa
Estamos
viviendo la segunda década del siglo XXI y experimentando la rapidez de la
comunicación escrita, hablada y de imágenes gracias a los avances de la tecnología
de información. Las distancias geográficas ya no son barreras, por eso sentimos
una aparente cercanía. Gozamos de las modernas comunicaciones visibles y
audibles. Sin embargo, esta modernidad también afecta nuestras vidas.
La rapidez
seduce y reduce el tiempo necesario para la reflexión antes de emitir el
mensaje. Si antes el error de la comunicación se justificaba con expresiones
latinas: lapsus linguae (error de la lengua, error al hablar) y lapsus calami
(error del cálamo o pluma, error al escribir), ahora es el tiempo del lapsus
digiti (error del dedo, error digital) porque los dedos teclean con celeridad
letras, números e íconos sin el debido control del cerebro.
Los nuevos
aparatos de comunicación están cambiando el mundo. Son inventos maravillosos
que nos conducen no sólo al bien sino también al mal, porque también son medios
para ofender, calumniar, mentir, estafar, dominar… Son armas para que el
cobarde y malvado hiera sin mostrarse, sin hacerse responsable.
El internet o
la internet (hasta el género es dudoso) ha sacado del anonimato a mucha gente
que ahora se hace autopropaganda hasta exhibiendo sus fotos.
Control desde
una central
La tecnología
de la información, al masificarse y globalizarse, se ha convertido en una
industria muy lucrativa y del poder que erige nuevos poderosos (personas y
países). Todos los usuarios de la nueva tecnología de información quedan
registrados, y sus temas de comunicación también quedan archivados en una
central. Los nuevos poderosos tienen acceso a todos los programas y archivos
con facilidad; ergo, pueden manejar el mundo según sus intereses.
Además, como
los datos de personas e instituciones están grabados, son objetivos preciados
de los espías y ladrones que pueden vaciar los datos más confidenciales. Ante
este terrible peligro se inventan los programas de protección de máquinas y
datos, que también son lucrativos. Así el negocio sigue próspero.
Algunos
países ya toman en cuenta los datos obtenidos de las grabaciones telefónicas y
de internet para los procesos judiciales.
Depósito de
todo
El internet,
convertido en el depósito de datos, es una biblioteca inmediata porque tiene
mucha acumulación de datos porque cualquier usuario puede cargar los datos.
Pero esta
cantidad
informativa no garantiza la calidad de los datos. Vivimos dando importancia a
la cantidad que a la calidad.
Para llevar
los datos ya no cargamos papeles y libros pesados; un pequeño y liviano USB
contiene mucho.
Cambios de
conducta individual y social
En la mesa, a
la hora del desayuno o cena -porque para el almuerzo es poco posible el
encuentro familiar por razones laborales o de estudio- cada comensal está más
atento al celular o a otro aparato que a la persona a quien la acompaña. Los
diálogos se reducen a respuestas lacónicas que hasta pueden llegar a simples
sonidos nasales: ¡Um! ¡Mmm! que más parecen mugidos, gruñidos y bufidos. El
diálogo oral mirándose cara a cara se está perdiendo. El diálogo generacional
(de mayores y menores) se está muriendo. Entre los mismos miembros de la
generación digital tampoco dialogan; prefieren enviarse mensajes e íconos para
expresar sus estados sicológicos estando físicamente muy cercanos. ¿Esta
situación es parte de la realidad virtual?
Los aparatos
de comunicación, a pesar de darnos las ventajas de rapidez comunicativa, nos
están separando. Las personas están más atentas al aparato que a otra persona.
De la gente que ambula por la calle, siquiera una mitad va con el teléfono
celular en el oído. ¿Hay urgencia de comunicarse? ¿Hay mucho que decir?
Nuevas
palabras
Los hablantes
hispanos, dentro de esta modernidad informática, recurren fácilmente a los
préstamos léxicos del inglés. Estos préstamos son adaptados al español. En los
ejemplos el inglés aparece entre paréntesis: chatear (chat), escanear (scan),
jaquear (hack), tuitear (twitter)… Muy pocos hacen el calco semántico como en
el caso de correo electrónico en vez de email, ratón en vez de mouse.
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