martes, 8 de diciembre de 2015

STANLEY NEWCOMBE "STAN KENTON" (Jazz)


Stan Kenton, dirección, composición, piano (Wichita, Kansas, 19.02.1912 –Hollywood, California, 25.08.1979. Trasladado en los años de su infancia a un suburbio de Los  Ángeles, Kenton empezó a tocar el piano, gracias a las enseñanzas de su madre y de profesores particulares, dedicándose después a la armonía y a la composición e interesándose inmediatamente por el jazz. En 1928 escribió sus primeros arreglos, y en el ’34, después de tocar con grupos locales, obtuvo su primer contrato, como pianista y arreglista, con Everett Hoagland; tocó después durante un año con Gus Arnheim, y a continuación con Vido Musso y con Johnny Davis. Entonces tenía ya fija la idea de formar una orquesta, y con esta intención ocupó gran parte de su tiempo preparando arreglos, que le serían de gran utilidad en 1940, cuando, finalmente logró reunir una formación de nueve músicos, con la que grabó dos temas.

   El verano siguiente realizó su sueño reuniendo una orquesta mayor, que sin embargo no contaba con grandes nombres, y cuyas grabaciones alcanzaron un éxito apenas discreto, al menos en su primer momento, puesto que después sus seguidores fueron aumentando.

   Pasaron casi dos años hasta que los discos dieron razón a Kenton –que contaba ya en la formación con Bart Varsalona, Art Pepper y Bob Gioga – y la publicación por parte de la Capitol, de Eager Beaver y Artistry in Rhytm  desencadenó en todo el país una oleada de entusiasmo por la que muchos consideran como las más exaltante orquesta americana. Por otra parte, Stan era un hombre incapaz de permanecer mano sobre mano, y la orquesta cambió continuamente de rostro: en el ’44 se incorporaron Stan Getz –que contaba con 17 años--, Gene Roland y Anita O’ Day. Especiales frutos dieron la colaboración con Gene Roland, arreglista de gran clase, y el fichaje  de Pete Rugolo, discípulo de Darius Milhaud y que se compenetraría perfectamente con Kenton. Corría el año 1946, y los temas publicados por la Capitol, así como las composiciones más pretenciosas, como el Concerto to End All Concertos, demuestran que Kenton estaba experimentando las más distintas direcciones, afrontando sobre todo el material folklórico y tiempos insólitos para el jazz. El público respondió de forma cada vez más favorable, si bien es cierto que se dividió en dos sectores contrapuestos -- para unos,  Kenton es un mesías, para otros un payaso, -- división de opiniones que caracterizaría toda la carrera de Kenton.

   Su música tenía ya un lema creado por el propio líder Artistry in Rhytm, y suscitaba polémicas sobre la sustancia de la misma: en uno u otro sentido, el mundo del jazz hablaba mucho sobre Stan, lo que representaba una estupenda publicidad para él, incansable manager de sí mismo.

   En la primavera de 1947, y de forma absolutamente inesperada, Kenton disolvió la orquesta y desapareció algunos meses para curarse de una fuerte depresión nerviosa, en otoño del mismo año, ya recuperado, presentó una nueva orquesta, esta vez bajo la denominación “Progressive Jazz”, que como era de esperar, provocó nuevas discusiones, sobre todo en cuanto al supuesto progresismo de Kenton. La orquesta contaba con una plantilla imponente: cinco trompetas –entre los que destacaban Chico Alvarez, Buddy Childers y Al Porcino—cinco trombones capitaneados por Milt Bernhart: Eddie Bert, Bart Varsalona, Safranski al bajo, Laurindo Almeida a la guitarra, Irv Kluger a la batería, Jack Costanzo con los bongos y Kenton al piano.

   Temas como Machito e Interludio de Rugolo, Elegi for Alto (escrito por Rugolo y Kenton para George Eldier), obtuvieron una buena crítica, e hicieron que se le pronosticara larga vida a la formación, que, sin embargo, fue disuelta por el líder, una vez más, a finales del ’48. Kenton al menos según sus declaraciones, tenía la firme intención de abandonar el mundo musical para dedicarse a la psiquiatría. En contra de esta afirmación, sólo cuatro años después, Stan estaba de nuevo manos a la obra para reunir una nueva orquesta, esta vez enriquecida con la incorporación de una nutrida sección de cuerda y precedida, lógicamente, por un lanzamiento publicitario de increíble eficacia. Nació así la enésima criatura de Kenton, esta vez con la intención de explorar el mundo de la música clásica: Innovations in Modern Music no es sólo el título de un elepé, sino también la razón social de la formación. La orquesta emprendió después una gira en la que cosechó un gran éxito, pero la empresa resultó un fracaso desde el punto de vista económico, y Kenton despidió a los músicos clásicos, reduciendo la formación y decidiendo seguir caminos más seguros, de exquisito sabor jazzístico y preferentemente moderno, con elementos de auténtica clase.

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