Intérpretes: David Niven,
Shirley MacLaine, Gig Young, Rod Taylor
Dirección: Charles Walters
Nueva York será siempre la más espectacular palestra o
cuadrilátero o ring para la lucha de los hombres y las mujeres por la vida, es
decir por la conquista de las cosas necesarias y también por la conquista de
las personas necesarias, indispensables para la convivencia de los sexos en los
diversos terrenos, palestras, cuadriláteros o rings en que estos suelen
combatir.
A Nueva York llegan todos los años, todos lo meses, todos
los días, todos los minutos, “según las estadísticas”, miles de muchachas --según dicen los hombres – en pos de uno de
ellos y de una situación, en el orden en que éstos se presenten; pero –según
las mujeres—éstas no son sino una mercancía que ellos curiosean, prueban o
tratar de probar y adquieren o dejan según el difícil juego de la oferta y la
demanda.
“Pregúntele a cualquier chica” reza el título de una
película, pero qué mejor que preguntarle a ella, a Shirley MacLaine, para
obtener una o muchas respuestas sorpresivas y chispeantes en esta comedia que,
desde 1958, fecha en que fue producida, no ha perdido actualidad, ni interés y
tampoco gracia, desde luego.
Todavía Shirley no había conquistado el “Óscar”, que
obtendría con “Quién Sabe Cuánto Amé” y, en cambio, David Niven ya había sido
laureado por su memorable actuación en “Mesas Separadas”; pero la calidad y el
talento emparejan a ambos comediantes, quienes van acompañados, además, de
otros más jóvenes y bastante dotados de chispa y simpatía, como lo son Gig
Young y Rod Taylor.
La comedia que vemos en copia nueva es agradable no sólo
por sus atractivos intérpretes y por la buena conducción de Charles Walters,
sino también por su eficacia para hacer reír y hacernos pasar un buen rato.
P. G.
DE MI ÁLBUM
(Baltikum)
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