miércoles, 6 de abril de 2016

HOMBRES DE CIENCIA: Heike Kamerlingh ONNES

El frío es cosa distinta para distintas personas. Para ciertos científicos cero grados Farenheit puede significar “positivamente tórrido”. 150 grados bajo cero Farenheit puede muy bien ser “Fresco” para los ingenieros “criogénicos” que se entienden principalmente con materiales a la más baja de todas las temperaturas posible: cero absoluto a 460 grados bajo cero, Farenheit.

 Los ingenieros criogénicos no han podido hasta ahora, obtener temperatura tan fría. La más baja que han obtenido es 459.7 bajo cero Farenheit.

 Criogénesis es palabra derivada del vocablo griego “Kyros”, que significa frío. Es hoy en día una de las ramas más prometedoras de la investigación científica, más que nada porque a temperaturas extremadamente bajas la vibración molecular en los metales y otras sustancias se retarda  y virtualmente cesa. A temperaturas tan bajas, llamadas  temperaturas criogénicas, las corrientes eléctricas no encuentran la resistencia que encuentran a temperaturas normales.

 Se logra superconductividad cuando la electricidad fluye, los electrones se mueven de un lugar a otro a lo largo de un pedazo de alambre o metal o a través de un líquido. Mientras menos resistencia ofrezca el vehículo conductor, más fácilmente fluye la corriente. Desde hace tiempo se sabe que los alambres de metal superfrios son mejores conductores que los alambres tibios, calientes  y hasta frescos. Pero la superconductividad no ocurre mientras los metales no sean enfriados a temperaturas criogénicas cerca del cero absoluto en que desaparece su resistencia a la electricidad. Una vez que una corriente empieza a fluir por un conductor superfrio, puede seguir fluyendo casi para siempre.

 La superconductividad no es cosa nueva. Fue descubierta hace medio siglo por un físico holandés, Heike Kamerlingh Onnes (1853-1926), catedrático de la Universidad de Leida. Obtuvo el Premio Nobel en 1913.

 En 1911, cuando estudiaba el mercurio a temperaturas frías, Onnes comprobó su conductividad eléctrica: aumentaba gradualmente; según él iba haciendo descender lentamente su temperatura. Luego, al llegar al mercurio cerca del cero absoluto, la resistencia desparecía por completo.

 Hizo una gaza con alambre de mercurio e hizo pasar  por ella una corriente eléctrica. Si el alambre  hubiera conservado aunque fuera una parte de su resistencia, la corriente habría cesado de fluir casi inmediatamente. Pero Onnes comprobó que seguía fluyendo por la gazada mientras mantenía el alambre de mercurio a temperaturas criogénicas.

 La superconductividad revolucionará la vida moderna ya que afectará todo lo que eventualmente se relacione con la energía eléctrica. Ya existe, incidentalmente, un nuevo campo de estudios que se ha llamado “criobiología” que se ocupa de las relaciones entre el frío y la vida humana. El metabolismo cesa por completo a temperaturas criogénicas y hay quienes creen que llegará el día en que sea posible colocar a personas vivientes en estado de “animación suspendida”, enviarlas a otro planetas y revivirlas tan saludables y tan jóvenes (como nunca). Esto desde luego, no es más que una idea.

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