Cada año la aldea de Chandler organiza el
Festival de la Cosecha. Las calles son decoradas con calabazas talladas y la
gente viste disfraces de terroríficas criaturas.
En el carruaje, Alysse despierta y observa las
espeluznantes marionetas de paja a lo largo de la carretera. Alysse baja la
mirada y dice que siempre ésta es la peor época del año para ella.
En el Palacio Real, Columbio y Milun esperan
afuera del gran vestíbulo. Milun tiene una mirada de enojo. Columbio sugiere a
Milun que vaya a descansar. Milun dice que no podría dormir, sabiendo que
Alysse podría estar en peligro. Daugherty tiene una explicación para ellos.
Daugherty se acerca y les dice que sus soldados ya están en camino y traerán a
Alysse de vuelta. Columbio pregunta a Daugherty si logró encontrar a la persona
que causó todo esto. Daugherty dice que el carcelero jura que recibió órdenes
de uno de los soldados. Milun ríe y dice que él sabe quién es el responsable de
esto. Daugherty lo mira con curiosidad.
La Señorita Pía y Sharize ingresan en las
recámaras de la Reina. La Reina Beatriz bebe de una taza. La Señorita Pía dice
a la Reina que Sharize será su Dama de honor temporalmente. La Reina le dice que Alysse ya debería haber sido puesta en
libertad. La Señorita Pía baja la mirada y dice que Alysse ha sido llevada a
las mazamorras. La Reina ensancha los ojos y deja caer su taza de té.
En el carruaje, uno de los guardias acaricia
el rostro de Alysse y le dice que será mejor que ella sonría. Alysse le dice al guardia que espera
que algún día recibirá su merecido. El guardia se ríe y dice a Alysse que no
tiene miedo a las maldiciones de una Bordana. El otro guardia, quien está a
cargo de los caballos, observa que un enorme árbol bloquea el camino. El guardia
detiene el carruaje, y de repente una flecha pasa a través de su garganta.
El otro guardia se da cuenta de que su amigo
fue asesinado y le dice a Alysse que están siendo atacados.
“Libera mis manos”, susurra Alysse llena de
temor.
El guardia niega con la cabeza y saca su
revólver.
Un grupo de manifestantes, dirigidos por
Brett, rodean el carruaje.
El guardia dispara a los manifestantes. Grita
Alysse.
“¡Cierra la boca!”, grita el guardia.
Alysse patea la pierna del guardia y salta por
la ventana del carruaje.
Alysse cae al suelo y corre. Brett se da
cuenta de que los guardias estaban trasladando a un prisionero, y ordena a los
aldeanos, no atacar.
El guardia sale del carruaje y apunta su
revólver hacia Alysse.
“Pagarás por esto”.
Alysse se detiene y mira fijamente al guardia.
“No le tengo miedo a la muerte”, grita ella.
Brett toma su rifle y dispara al guardia. El
guardia se desploma, cae muerto por el suelo. Alysse mira a Brett, más
confundida que aterrada.
En el Palacio, Milun y Columbio se reúnen
con Janice, Flere, Pedro y Papier. Janice dice que espera que nada malo le haya
ocurrido a Alysse. Flere le dice que los hombres de Daugherty lograrán
encontrarla. Columbio le dice a Pedro que la Reina está muy triste y el Rey
cuenta que con su actuación logrará animarla. Pedro asiente con la cabeza.
Milun baja la mirada y dice que el Duque pagará por esto.
Brett desata las manos de Alysse y le pregunta
a dónde los guardias la llevaban. Alysse dice que ella fue enviada a las mazmorras.
Brett sonríe y le pregunta a Alysse si ha matado a alguien. Alysse dice que fue
acusada de robo, pero ella es inocente. Brett dice a Alysse que robar a los
ricos no es ningún delito. Alysse agradece a Brett por ayudarla y le dice que
debe marcharse. Brett pregunta a Alysse si es que ella sabe a dónde ir. Alysse
mira a su alrededor y dice que ella encontrará la manera de volver a casa.
Brett pide a Alysse que se quede con ellos y ofrece llevarla a la aldea más
cercana en la mañana. Alysse asiente con la cabeza.
En el Palacio, El Rey Aidan dice a Columbio
y a Daugherty que si Alysse no es culpable, la persona que trató de culparla,
podría tener aún en su posesión los pendientes de diamante de la Reina.
Daugherty dice que todas las habitaciones de los sirvientes ya han sido
revisadas. Columbio sonríe y dice que él cree que el ladrón ha logrado vender
los pendientes. El Rey dice que nadie en Frezzia tiene el dinero para
comprarlos. Columbio dice que en ese caso,
los pendientes serán sacados de Frezzia. Britta escucha desde la puerta.
En la cocina, Sharize y Miccael están
preocupados por Alysse. Yllia se acerca y les dice que ella sabía que Alysse
era una ladrona. Miccael le dice a Yllia que está cansado de ella. Sharize pide
a Miccael que mantenga la calma. Yllia dice que espera que Alysse se pudra en
la cárcel. Miccael la mira, lleno de rabia.
Brett y los manifestantes llevan a Alysse a
una aldea oculta dentro de la espesa vegetación. Alysse observa que los
manifestantes tienen a sus mujeres y niños, viviendo con ellos. Una niña,
vestida de bruja, sale de repente y asusta a Alysse. Brett dice a Alysse que
toda esta gente comparte la misma ideología, la que busca eliminar a todos los
aristócratas de Frezzia. Dos mujeres se acercan y Brett les pide que se hagan
cargo de Alysse. Las mujeres caminan con Alysse hacia una de las chozas. Brett
sonríe.
Yllia ingresa en la habitación de Britta y
cierra la puerta. Britta dice a Yllia que necesita su ayuda. Yllia sonríe.
Britta entrega a Yllia una caja, y le pide que la lleve donde uno de sus amigos
en la aldea. Yllia dice que está encantada de ayudarla. Britta le pide que sea
discreta, y le aconseja que parta cuanto antes. Yllia asiente con la cabeza.
Columbio comunica a Milun que Daugherty está
interrogando a todos los guardias y sirvientes una vez más. Milun dice que es
un poco tarde para eso. Columbio dice que al menos el Rey y Daugherty ahora
creen en la inocencia de Alysse. Milun le pregunta si los guardias de Daugherty
lograron encontrar el carruaje de Alysse. Columbio niega con la cabeza.
Momentos después, Brett y los manifestantes
comen alrededor de una fogata. Alysse, quien lleva puesta un vestido marrón,
los acompaña. Alysse contempla, abatida, la fogata.
“Feliz cosecha”, dice Brett.
Brett le ofrece una taza que contiene una
misteriosa bebida. Alysse se niega con la cabeza. Brett bebe de la taza.
“¡Fuego!”, grita él
Los niños queman un muñeco de paja y cantan:
“Espíritus
de los árboles, antiguos pinos, levántense en el cielo y permítannos una vida
mejor”.
Simultáneamente, en el Salón de los Nobles,
Pedro, vestido con una capa negra y una máscara de pico de ave, canta frente al
Rey, la Reina y los demás.
“Madre
de la cosecha, hada de la magia y el renacimiento, Yo creo en la lluvia, yo
creo en la tierra”.
Pedro lanza hojas secas hacia los invitados, y
se esparcen por todo el salón. La Reina toma una de ellas y la mira
detenidamente. El Rey toma la mano de la Reina y le sonríe. Todos aplauden.
Pedro busca a Milun entre la multltud.
En una de las Torres, Milun observa la aldea
de Chandler.
“Alysse, amiga mía, ¿dónde estás?”, dice.
Milun observa en el patio inferior, que Yllia
ingresa en un carruaje. Milun dice que es muy extraño que un sirviente salga de
Palacio a esta hora.
En el bosque, los manifestantes bailan
alrededor del fuego. Brett se acerca a Alysse y le pide bailar con él. Alysse
le dice que ella odia todo lo que se relacione a la celebración de este día.
Brett sonríe y dice a Alysse que su gente la salvó, la alimentaron, y le exige
que muestre algo de respeto. Alysse dice a Brett que ella nunca pidió que ellos
le ayudaran. Brett dice a Alysse que sabe que está asustada aún, y le promete
llevarla donde está su tía en la mañana.
Alysse asiente con la cabeza.
En la aldea de Chandler, Yllia baja del
carruaje e ingresa en una joyería. Milun se acerca a la puerta y dice que una
criada no tiene dinero suficiente como para comprar joyas.
Dentro de la joyería, Yllia se reúne con el
joyero y le entrega la caja que la Señora Britta le ha enviado. El joyero abre
la caja y encuentra una carta. Él la lee.
“Envía con esta criada una imitación de los
pendientes y abandona Frezzia inmediatamente. Yo sé dónde encontrarte”.
El joyero, muy sorprendido, mira a Yllia.
“Tengo
algo para la Señora Britta”, murmura él.
Milun llega al Palacio y le informa al Capitán
Daugherty que siguió a Yllia hasta la aldea de Chandler y la vio ingresando a
una joyería. El Capitán lo mira sorprendido.
Una mujer lleva a Alysse al interior de una
choza y le pide que descanse. Alysse agradece a la mujer, y se acerca a la
entrada. Alysse mira lejos en el horizonte y dice que todos en el Palacio deben
estar ocupados celebrando el Festival de la Cosecha.
Yllia regresa al Palacio, y el Capitán
Daugherty y sus soldados azules la rodean.
“Estás arrestada por robo”, dice Daugherty.
Yllia lo mira, llena de asombro.
“Ya sabemos de dónde vienes”.
“Fui… a la aldea… a visitar a mi familia”,
balbucea ella.
Daugherty la abofetea.
“¡Te reuniste con un joyero!”, grita
Daugherty.
Los soldados abren el bolso de Yllia y
encuentran un par de pendientes brillantes. Yllia se siente muy asustada.
En el Salón de los Nobles, el Capitán
Daugherty anuncia que Yllia ha sido arrestada por tener en posesión una
imitación de los pendientes de diamante.
Todos se miran sorprendidos. La Señorita Pía
dice a la Reina que desde un principio ella sabía que Alysse era inocente. La Reina
sonríe. Britta dice que Yllia odiaba tanto a Alysse que trató de echarle la
culpa.
“Pero entonces, ¿dónde están los verdaderos?”,
pregunta Columbio.
“Al parecer están en las manos de un joyero
en la aldea. Milun y mis hombres están en camino”, dice Daugherty.
“Espero que logren recuperarlos”, dice la
Señorita Pía.
Britta demuestra estar asustada.
Milun y seis de los soldados azules rodean
la entrada de la joyería. Milun golpea la puerta con fuerza, pero nadie
responde. Milun derriba la puerta y se da cuenta que el joyero ha escapado.
En la choza, Alysse se acuesta sobre una
pila de telares y observa la luna. Brett ingresa y pregunta a Alyese si se
siente mejor. Alysse se pone de pie y dice a Brett que estaba tratando de
descansar. Brett sonríe y dice a Alysse que una mujer bella como ella, necesita
de un hombre fuerte como él. Alysse le pide que se marche. Brett toma a Alysse
de las caderas, y le dice que ella necesita mostrarle algo de gratitud. Alysse
empuja a Brett, pero Brett la tira al suelo.
El Capitán Daugherty ingresa en las
recámaras de la Reina e informa al Rey y a la Reina que, lamentablemente, el
joyero ha logrado escapar con los pendientes. El Rey baja la mirada,
decepcionado. Britta se siente aliviada. La Reina la mira, muy sorprendida.
Milun comunica a Columbio que él tuvo la
oportunidad de detener al joyero cuando persiguió a Yllia. Columbio dice que
por lo menos, la inocencia de Alysse está probada. Tres soldados azules se
acercan e informan a Columbio que el carruaje que transportaba a Alyese fue
encontrado en medio de la carretera. Milun pregunta ¿dónde está Alysse? Uno de
ellos dice que se encontraron los cuerpos de dos hombres; al parecer, se
produjo un ataque por parte de los manifestantes. Milun lleno de enojo, dice que
debe encontrar a Alysse. Columbio dice a Milun que debe tener paciencia y le
pide esperar por Daugherty. Milun se marcha.
Brett se acuesta sobre Alysse y la obliga a
besarlo. Alysse grita. Brett dice a Alysse que nadie vendrá en su ayuda. Alysse
agarra una roca y golpea con ella la cabeza de Brett. Brett queda inconsciente y su sangre se esparce por el
suelo. Alysse, asustada, se levanta y sale corriendo de la choza.
En su celda, Yllia grita, diciendo que
Alysse es la ladrona. Daugherty se acerca y comunica a Yllia que el joyero ha
escapado, y ahora ella está acusada de alta traición. Yllia dice que ella no
conoce a ese hombre. Daugherty le pide que confiese la verdad. Yllia baja la
mirada y dice que necesita hablar con la Señora Britta. El Capitán Daugherty la
mira sorprendido.
En la cocina,
la Señorita Pía informa a Miccael y a Sharize que Yllia es la ladrona. Miccael
dice que él está seguro que Yllia ha planeado todo con el propósito de lastimar
a Alysse. Sharize dice que espera que Alysse regrese al Palacio.
En el camino, Milun cabalga sobre un caballo
negro.
“Alysse, pronto te encontraré”, dice Milun.
Britta dice a la Reina que ella debe estar
feliz, ahora que se ha probado que Alysse es inocente. La Reina dice que Yllia
está siendo acusada de algo que no hizo. Britta dice a la Reina que ellos no
necesitan de una persona como Yllia en el Palacio, quien todo este tiempo, se
ha dedicado a hacerle la vida miserable a Alysse. La Reina baja la mirada. El
Capitán Daugherty ingresa y comunica a Britta que Yllia desea hablar con ella.
Britta se paraliza de miedo.
Alysse camina a través de los campos. Ella
está decidida a regresar al Palacio y decir la verdad sobre el brazalete.
Alysse baja la mirada y dice que pensó que la Reina Beatriz era su amiga, pero
estaba equivocada. Alysse escucha unos pasos acercándose, y corre.
El Capitán Daugherty acompaña a Britta hacia
la celda de Yllia. Yllia dice a Britta que necesita de su ayuda o será enviada
a las mazmorras. Britta dice que lo
siente, y le informa que no puede ayudar a una ladrona. Yllia la mira desafiante y le dice que ella es quien la envió a
la joyería; por lo tanto es quien robó los pendientes. Britta se ríe y dice a
Yllia que ella es una malagradecida después de todo lo que ha hecho por ella.
Yllia le dice que es una mentirosa. Britta se marcha e Yllia continúa
gritándole. El Capitán Daugherty pide a Yliia que se calme. Yllia dice que fue
Britta quien le pidió que vaya a la joyería. Daugherty se ríe y dice a Yllia que
nadie le creerá ya que ella ha estado mintiendo todo este tiempo. Yllia llora.
En el bosque, Alysse no puede ver a través
de la asfixiante neblina nocturna. Alysse sube por la colina que la lleva hacia
un camino. Mirando a la distancia, ella observa la Torre principal del Palacio
Real.
“No puedo respirar”.
Alysse se desmaya en medio del camino.
En el Monasterio de San Mirador, el Padre
Superior pide a Arturo que ingrese a su Despacho. El Padre Superior dice a
Arturo que debe elegir al reemplazo temporal del Monseñor Blanco en el Palacio. Arturo dice que él no sabía que el
Monseñor se encontraba grave de salud.
El Padre Superior dice a Arturo que él es el más calificado para reemplazarlo
en el Palacio. Arturo queda paralizado por la inesperada propuesta.
Al día siguiente, durante los primeros rayos
del sol, Alysse despierta en medio del camino. Poco a poco abre los ojos y
observa a través del vapor de la neblina la silueta de un hombre a caballo. A
medida que su visión se aclara, ella reconoce a Milun. Milun se acerca y
extiende sus brazos alrededor de Alysse. Alysse no puede creer que Milun fue
capaz de encontrarla, y lágrimas ruedan por sus mejillas.
“Se acabó. Esta pesadilla ya ha terminado”,
dice Milun.
DE MI ÁLBUM